Para los que gustan del un lugar de carrete que mezcle la mesa de un restaurante con la musica de una disco y el show de escenario con animador y todo, este lugar es perfecto. Tienes estilo, con un interiorismo medianamente elegante no siendo el target objetivo del lugar, ya que se nota en los asistentes que el publico es bastante variopinto lo que lo hace un lugar abierto a toda persona. Un punto a favor. Ahora bien, si bien es cierto, el interiorismo es bueno, debemos estar claros que nos encontraremos con un piso adhoc a un bar en donde luego de pasadas las 00:00hrs el pulso ya no se mantiene muy estable debido al alcohol que parte de el va directo al piso. Si vas a comer unas tablitas y conversar en una idea romantica, mmm creo no es el lugar, pero si vas en busca de un rato divertido, con tragos aceptablemente buenos, con musica, muchos gritos y un pito en los oídos luego de salir del local, esta es tu opción. Sobre el personal nada que decir, desde el recepcionista (portero) que te recibe con una sonrisa y un "bienvenido" todas las veces que entres, aunque hayas salido al automóvil a buscar tu billetera y vuelvas de inmediato tu "bienvenid@" te espera sagradamente. Todo el equipo restante muy amables, y siempre atentos y dispuestos a solucionar un problema o necesidad del cliente. El punto bajo es el estacionamiento. Si bien es cierto hay bastante en la cuadra y frente al local, se agotan muy rápido con la política del chileno de salir siempre en auto propio, por lo que la oferta no abastece a la demanda. En definitiva es un buen lugar para carretear o ir de rumba como dicen algunos. Por estos dias en que la economía local de Viña del Mar esta bastante golpeada eso impacta a los locales dedicados al divertimiento, haciendo decaer su actividad y es tal vez por eso que hoy este local no se escapa de esa realidad. Creo tuvieron tiempos mejores aun y esperamos vuelvan a tenerlos. Buen trabajo muchachos de Club Viña.