Restaurante La Casa de la Abuela — Restaurant in Viña del Mar

Fuí con mi hija por el día a Viña a relajarnos después de sus semanas estresantes de exámenes en la universidad y de las mías en la pega. Luego de haber caminado toda la mañana y habernos relajado en la playa con un buen Joint, tomando solcito, nos fuimos caminando mientras buscábamos referencias de alguna picada de comida contundente (los que fuman weed me entenderán el bajón que da, más con el aire marino) barata y rica. Cuando la encontramos nos sorprendió el panorama! Estaba llenísimo, con más de 15 personas esperando una mesa; pero cuando nos acercamos a la anfitriona y nos dijo que la espera para una mesa de 2 era solo de 15 minutos, y no dudamos en esperar... Por algo debía ser tan popular que la gente hiciera filas para una mesa! Cuando fue nuestro turno nos ubicaron en una mesa de la terraza, nos tomaron la orden de los bebestibles y el garzón inmediatamente nos trajo cubiertos, pan fresco y una salsa de mayo-perejil que estaba buenísima; nos tomo la orden y nos explico que tenían platos y colaciones. Estás últimas constaban de un plato de fondo más acompañamiento; ensalada, sopa y bebida o jugos. Todo por $6.700 c/u! Además había platos fondos a los cuales, por $2.000 más podías transformarlos en versiones "A Lo Pobre"; o sea, como acompañamiento a los fondos de proteínas se le agregaban papás fritas, cebolla caramelizada y un huevo frito. Sin dudarlo por un minuto, y mientras devoraba el pancito con su salsa, pedí pescado frito "A Lo Pobre" y mi hija carne mechada también en su versión "A Lo Pobre". Nos sorprendió lo rápido que volvió a aparecer el mesero con dos tazones de caldo humeante, algo que agradecimos muchísimo porque, a pesar de que el día era soleado, la sensación térmica no daba para que hicieran más de 12°; además de la fresca brisa costera helada. El sabor del caldo era maravilloso! El resultante perfecto de la cocción por horas de carne y verduras (zanahoria, ajo, cebollas, apio), todo esto con el toque del cilantro picado fresco. Una delicia! Luego que terminamos con ese elixir levanta muertos llegó la ensalada que era un mix de repollo blanco y morado con zanahoria rallada, unas rebanadas de pepino y un trozo de limón. La verdad, no era nada relevante ni particular, pero al momento de aliñar me percaté de que tenían aceite de oliva de muy buena calidad y sabor. Menos de 2 minutos desde que terminé de aliñar mi ensalada llegaron con el fondo. Eran platos ENORMES y no exagero. Recuerden que estábamos voladas y con bajón, por lo que nos brillaron los ojitos cuando vimos al garzón acercándose con esa bandeja que se hacía pequeña con esos 2 platos gigantes. Cabe recalcar, que me defraudó un poco el formato del pescado frito, ya que para mí frito es ese que va bañado en un batido de harina, huevos, leche, especias y luego frito; sin embargo el que me llegó era apanado. El plato de mi hija se veía suculento coronado con un buen trozo de carne mechada y un huevo frito como de revista. Recuerden que ambos venian con papas fritas, cebolla caramelizada y huevos fritos. Quiero hacer mención a la atención tan rápida, precisa y con mucha atención al detalle que recibimos; ya que al garzón le pedí con gran énfasis que mi huevo viniera bien cocido y cumplió al pie con el encargo para la cocina. Además de que en todo momento estuvieron pendientes de que no nos faltara nada, incluso nos ofrecieron más salsa de perejil para el plato fondo. El pescado estaba muy fresco y sabroso, lo que borró en gran medida la decepción de que fuera apanado. También probé la carne mechada de mi hija y estaba en su punto perfecto de cocción y sabor. Las papas fritas eran en cubo, muy ricas, no pesadas ni pasadas de aceite. Crocantes por fuera, cremosas y húmedas por dentro. La cebolla también en su punto justo de caramelización. Cuando terminamos estábamos felices y MUY satisfechas, pero ustedes mis voladitos saben que no hay bajón que no tenga un dulce final así que nos pedimos de postre leche asada casera para compartir. Debo decir, que luego de la leche asada que prepara mi mamita, está es la...

Fuimos a almorzar con mi mamá y mi bebé de 1 año, el día viernes 22 del presente, cerca de la hora de cierre y de principio la anfitriona de polera negra (eran 3, diferenciadas por polera de color amarillo, negro y rojo) nos dice muy despectivamente mesa para 3 ? Y yo no no solo las 2 y me dice enojada: a la guagua la tendrán en brazos sin el coche, quedé plop, obvio estaríamos con ella en su coche para eso lo trajimos 🤦🏻‍♀️ y me grita (literal) la única mesa para 3 es esta, afuera al sol, al sol... Con una bebé (?) le dije podemos esperar otra porfavor y me dijo ok, pero se demorara, me sentí pésimo porque dejo pasar a 3 grupos sin problema (2 de 4 personas y un grupo más grande) me sentí completamente DISCRIMINADA por ir con una guagua y con coche... Al instante se acercó otra anfitriona (polera roja) muy amable, cabe destacar que es extranjera, me dice la puedo acomodar al lado de la barra, pone el coche en un costado o lo deja cerradito aquí (me apunta un lado donde están las anfitriones) y le llevo una silla de bebé, tanto le costaba a la otra anfitriona (polera roja) esa amabilidad? Nosotras consumimos y pagamos como cualquier otro cliente. En relación al lugar, atienden hartas personas, el tiempo de espera es mínimo a pesar de estar lleno, si el espacio muy reducido, la gente choca un poco con la otra independientemente la edad o si anda con coche, niños , etc. Los baños demaciado pequeños, en más no pude ir con el coche porque no caia, 0 accesible, osea una persona en situación de discapacidad (ya sea silla de ruedas o muleta) no puede usarlo, el lavamanos sin presión de agua, el mudador ,si se agradece que tengan un mueble como mudador, se podría mejorar. En relación a la comida rica, contundentes, la mechada algo seca para mí gusto pero rica, el jugo que ofrecen en el menú podría ser más grande ... Eso, volvería ir ? No sé, no me gustaría pasar nuevamente el mal rato por ir...

La Hostilidad de la Abuela. Dada la exacerbada opinión, recomendación y publicidad que los medios de RRSS le dieron y han dado a este restaurante, al punto que fue premiado por una aplicación de delivery como lo mejor de la zona central, plus categorizando a este boliche como "picada", llegar y ver una larga fila de personas genera la sensación de que es un "dato calado" para un almuerzo "agradable", pero no es así en ningún sentido: La cantidad de personas alrededor que están esperando por una mesa y atención; suscita la incomodidad por el bullicio digno de una fonda. El inmobiliario es sumamente hostil, puesto que las sillas y piso que están en la "terraza" son de pallet abierto, provocando cansancio a la columna y molestia por el constante movimiento que se da de las personas que transitan entre ellas. Se supone que el fuerte acá es la comida casera y sus precios convenientes por menú. Cayendo profuzamente en el error de muchos al ser categorizados de "picadas", sin tener el más mínimo reparo en considerar que la calidad, SAZÓN, y temperatura de los platos deben ser adecuados para un local de dicha envergadura por la alta demanda. Pero he aquí donde la decepción fue brutal por el desgano que tenía la comida falsamente promocionada por aliños que ponen en duda la materia prima y que esconden la manipulación de una cocina alterada por el simple "échale más agua y sal" para que cunda. Finalmente enfatizo que, en CUALQUIER CASINO de Instituto educacional se puede comer muchísimo mejor, en un ambiente grato sin el cesar constante de un ganado por...