Buga Ramen — Restaurant in Barcelona

Had no idea it was part of a chain as the same place has been continuously Japanese for years despite various changes in style. Great Manga-style decorations made it something different from the norm. Service was quick and efficient although the waiter wasn't remotely Japanese... I had a seafood ramen and could choose the level of spiciness from 1-5. I opted for 5 and wasn't disappointed. My order also came with some king prawn skewers which were good for dipping. The other food ordered was non-ramen Japanese - empanadillas and some other dishes which were also very good. All the food is also reasonably priced although, as usual, drinks make a noticeable addition to the bill. Pleasantly surprised as it was a Monday lunchtime but would...

Avoid avoid avoid !!!!! Like the plague

Just ordered take away from this restaurant, raw pork in the spring rolls ….. i went back to explain how dangerous this is and it’s literally a health hazard. [i work in the food industry]

Manager laughed at me as she gave me my cash back !!!!!

If you want to avoid the worst possible most dangerous food poisoning imaginable DO NOT GIVE THESE PEOPLE YOUR MONEY!

I know the restaurant will read this , i have photos -attached, consider yourself reported to health inspectors in the city first thing in the morning. You people should not be in the food industry, totally...

Sería un lugar excelente... si no fuera por casi todo.

Llegamos con ganas de comer bien, tranquilos, y la experiencia fue una montaña rusa de decepciones. La carta prometía platos con 6 ingredientes y nos llegaron con 3. La comida, seca en algunos casos, fría en otros. Un plato costaba 13,80€, y al pedir cambiar la ensalada por unas patatas (nada del otro mundo), nos clavaron 1€ extra… y aún así, nos lo discutieron.

Pero lo mejor (o peor) fue el camarero. Entró en conversaciones privadas sin que lo invitáramos, se quejó varias veces de su jefa y del restaurante, dijo literalmente que no estaba contento en su trabajo. Habló mal de los proveedores ("como están de vacaciones, compran cualquier cosa en cualquier lado") y llegó a decirnos que el favor de cambiar la ensalada por patatas se debía, textualmente, a que “habíamos tenido suerte, porque la jefa estaba de buen humor”. Si no, nada. Así lo dijo.

Nos recomendó un plato picante después de haberle dejado claro que no nos gustaba el picante. Trató mal la comanda, trajo platos equivocados, y cuando ya la situación era surrealista, nos dijo que el postre (que la dueña nos ofreció como compensación) lo teníamos que pagar, “os guste o no, y si no os gusta, no volváis más”. Literal. Pocas veces me han hablado tan mal en un restaurante.

La dueña, eso sí, entendió la situación y trató de compensar un poco. Pero ya era tarde. Comer mal, frío, caro y con un trato así no es algo que uno pueda obviar fácilmente.

Y si un restaurante está vacío un domingo al mediodía en pleno centro de Barcelona, por algo será.

No lo recomiendo. Ni por la comida, ni por el ambiente, ni por el trato. De hecho,...