Zurekin — Restaurant in Bilbao

Very difficult to find a restaurant in Bilbao for dinner without reservations. Walking around we stumbled across this nice looking restaurant terrace and decided to try the food. I was pleasantly surprised with the beef carpaccio, which was the best I’ve had; my bf thought that his pulpo gallega was too salty and did not finish it. The second course I’ve ordered the roasted tuna belly and the cod, I liked the cod but my bf did not touch his cod as he didn’t like the first bite. For dessert I ordered the cheesecake which was so delicious. The only downside for this place is the toilet area - if I’ve seen it before sitting down I would’ve skipped this restaurant. The service is also a bit slow but the waiters are very nice...

Vamos a comer un menú del día en el Bar-Restaurante Zurekin, en la calle Diputación en Bilbao. Bien ubicado junto a la Gran vía bilbaína. Esperamos unos 10 minutos hasta que nos ubican. Hay opción de comer en la calle (a mí no me gusta, demasiado jaleo y gente pasando) en la planta del bar o en la planta -1. Es un menú del día de 20,60€ (cuatro primeros, cuatro segundos, cuatro postres). Nos ofrecen un gazpacho de remolacha como aperitivo mientras esperamos. De los platos que hay, elegimos el pisto y los ravioli como primeros. Los ravioli son grandes (vienen un par de ellos) y el pisto viene acompañado de un huevo escalfado y tiras de patata fritas (originales, nunca las había comido en ese formato). Está todo muy bien elaborado pero ambos platos vienen templados tirando a fríos. Los segundos platos son wok de sepia y solomillo de ibérico. Este último viene con salada de quedó de cabra, pero les pedimos que sin salsa y con patatas fritas. No nos ponen pegas al pequeño cambio. Los platos van con lentitud, entre el primero y el segundo pasan más de 15 minutos. Paciencia. Los segundos vienen también templados. El solomillo está bien de punto y de sabor, el wok demasiado dulce y la tinta solo aparece como una mancha en el plato, la sepia está excesivamente blanda y flota sobre un caldo que no recuerda a una salsa de tinta de sepia ni de lejos. Pero se puede comer, sin más. (A las 14:40 nos enteramos de que el pisto ya se ha acabado). De postre pedimos mousse de yogur, crepe de manzana reineta y macedonia (el otro postre era tarta de queso, pero la intolerancia a la lactosa pesa más que la golosura). Tanto el mousse como la macedonia están excelentes. No así la crepe, que no es crepe realmente sino una sábana gruesa de harina y leche que más parece que te estés comiendo un bocata de tortilla francesa que una crepe, que debería ser fina y delicada. La manzana es testimonial, el relleno es nata densa (viva la lactosa sin avisar). Dulce sí, pero esperaba algo más elegante, no la he disfrutado. No tomamos café y, llegado este momento, el comedor ya está lleno. Puntos: 6,5...

We asked for a table for lunch and had to wait a while, while they cleaned one. We then ordered raciones and were told we were sitting in the wrong place for that. We moved, again waited. Our order was taken. After another while the server came to tell one of the dishes was not available.

In the end, quite a lot of waiting, we were not the only ones. The dishes and wine were nice, but service could be improved and more timely. It was unclear raciones can only be had in certain parts of...