Panda jatetxea — Restaurant in Bilbao

Sadly I can't give Panda more than 1 star. The service was disappointing, the servers looked as if they hated their work. We waited for our starters for quite some time even though it was super quiet and they weren't really complicated. Multiple people that ordered after us got their food faster and even got their mains when we still had to get our starters. The starters were nothing special and they even messed up part of it. The gyoza was cold and the wrong ones. I asked the waitress about it and she solved it immediately (so that was a plus) but it took quite some time again to arrive. The edamame was well seasoned but that was about it. For main I ordered sushi and I've sadly never had more bland sushi in my life. The price - quality ratio was not worth it whatsoever. Maybe the kitchen had a bad day. The toilets were also dirty (lots of hairs on the floor) and one of the doors couldnt even be closed. The restaurant was decorated nicely but sadly it didn't make up for all the rest. I sadly can't recommend eating here for anyone. I hope they can improve the service and taste of the food. The location has lots...

Si buscas un restaurante de moda, con comida asiática, es tu lugar. Lo más probable es que salgas satisfecho con la cómoda y la experiencia: Lo más llamativo es el local: amplio, dividido en varias zonas; está preparado tanto para mesas pequeñas como para grupos grandes. Tiene un estilo moderno, industrial, los techos altos, combina madera con chapa, tubos de luz fluorescentes, estanterías con productos japoneses... Cuando hablamos de que la decoración está bien pensada es que hasta los propios aseos tienen un toque especial, con paredes decoradas con un papel con motivos de carteles y publicidades japonesas. En la zona central hay una pared acristalada que da al patio interior del edifico, eso hace que esta zona del restaurante sea muy luminosa (el resto es ligeramente más oscuro pero esto crea un ambiente propio). Coincide que es la zona en que está la cocina, que es acristalaba, con lo que les puedes ver trabajar y sacar los platos cuando pasas por ahí.

En cuanto a la comida: el estilo, asiático, ya te marca mucho cuál es el precio de la carta. Tirando a caro. Algo muy habitual en los restaurantes de este tipo. Sin embargo, sí hablamos de calidad, diría que es correcta. Buena comida, dentro del precio razonable, pero sin ser de los mejores asiáticos de Bilbao. Claro está, aquí no solo pagas el menú que te ponen en la mesa, también pagas el ambiente y que se trata de un restaurante de moda. Casi imprescindible reservar (si vas un fin de semana o festivo), a no ser que quieras esperar. Como dato, hemos ido a las 14:00 h y estaba casi vacío, no ha tardado en comenzar a llenarse. Para las 15:00 h más o menos, suele estar lleno. Igual también por la hora, los platos han salido con bastante agilidad, si vas más tarde puede que tarden en servir.

La atención de los camareros: he tenido varias experiencias. En esta ocasión diría que, siendo correctos en todo momento, resultan un poco fríos. Parece que te están perdonando la vida cuando les dices que todavía no has decidido o que no quieres postre (habíamos pedido muchos platos para probar). Otro aspecto que me ha llamado la atención es el orden en que nos han servido los platos. Hemos pedido dos entrantes, un arroz y varios uramakis. Nos parecía lógico que nos sirviesen en este orden los platos, sin embargo, ha salido uno de los entrantes (los baos), después los uramakis y finalmente el tartar y el arroz, dejando el caliente para el final. Personalmente, prefiero empezar con el plato caliente (excluyendo entrantes). En otros sitios, suelen preguntar por el orden de los platos, incluso si quieres que te saquen en tiempos o todo a la vez. En conjunto, me parece que la atención es mejorable. Quizá sea algo puntual, sé que volveré, pero la amabilidad del personal y la atención siempre ayuda a mejorar la experiencia (de ahí que haya dudado entre tres o cuatro estrellas, al final me decanto por tres).

En conclusión, se come bien y el local es agradable. Buena opción para comer con amigos o para aprovechar y comer en un sitio distinto un día de...

Teníamos ganas de probar este restaurante, ya que la cocina asiática es una de nuestras preferidas. Pero la experiencia no ha sido como la esperábamos. Teníamos reserva este sábado al mediodía (en el que por cierto hemos llegado tarde por motivos de fuerza mayor ) y cuando hemos llegado nos han sentado en una mesa pequeñísima (¿castigados?) - como de parvulario- entre el pasillo (abarrotado de gente arriba y abajo constantemente, además del barullo de la vajilla, que teníamos también acompañàndonos constantemente) y otra mesa a un metro de distancia. Hemos pedido que nos cambiasen de mesa pero la encargada, en tono muy seco, se ha negado rotundamente sin darnos ningún motivo convincente ni de peso. Se ve que solo tenía tiempo para ponernos mala cara y ser desagradable ya de entrada. La camarera, que nos ha atendido con profesionalidad y buenas maneras, nos ha parecido la única nota positiva de nuestra visita a este local. Era muy educada y amable, a pesar de que se veía que no daban a basto. La comida, correcta, sin más, aunque el tataki de atún dejaba mucho que desear. Las costillas de cerdo estaban buenas. La música de fondo tampoco favorecía al ambiente del local, aunque por cierto la decoración está bastante lograda. Es uno de estos restaurantes que se estilan ahora en los que la gran apuesta parece la decoración, en detrimento de la atención o la calidad del menú. Hemos tenido la sensación de estar en un lugar donde el cliente es lo de menos y los camareros y camareras, repetimos lo más amable de la experiencia, no daban a basto. Por cierto, si comes o cenas allí llévate una botellita de agua para el secarral de después, ¡el nivel de sal de la comida te deja deshidratado! Ha sido un ratito bastante desagradable. Mucho...