Alcaravea Castelló — Restaurant in Madrid

La comida en general está muy bien, mis impresiones de lo que pedimos: la alcachofa confitada muy rica, las flores de calabacín no son lo que uno espera pero están ricas, las zamburiñas sin más, no nos dijeron mucho, el chuletón de ternera tierno pero con mucha grasa, steak tartar muy bueno, foie fresco sin más y ración muy pequeña, las anchoas muy ricas y la ración más bien pequeña. Tenéis la carta en su web para ver los platos y precios. En general mi conclusión es que la comida está bien aunque hayan habido platos que no nos convencieron del todo (para gusto los colores). Lo que menos me gustó y por eso no se lleva las 5 estrellas es el servicio, las camareras bastante despistadas, no tienen un buen sistema para tomar nota y eso lleva a confusiones y a tener que repetir para que no haya error, al abrir la botella de vino destrozaron el corcho (evidentemente sin experiencia, pero la experiencia la tienen que coger practicando antes con su encargado, abriendo las botellas de los vinos por copas etc, sobre todo en un sitio que se presume que tiene cierto nivel). La segunda cosa que no me convenció es el salón de abajo que es muy oscuro, infinitamente mejor el salón de arriba. Y otra cosa que no me ha parecido bien es que los aseos estuviesen abajo. Las escaleras no están hechas para todos, cuando baje al aseo me crucé con una señora bastante mayor a la que le estaba costando muchísimo cada peldaño y a la que he ayudado a subir. Para que sea un sitio apto para personas con movilidad reducida los aseos deberían estar a...

Hemos vuelto hace unos días a comer el menú del día y nos ha sorprendido que casi todo lo que dije en la última reseña más abajo escrita sigue en pié, salvo que en el menú del día han reducido mucho la cantidad de comida. El precio no está nada mal, siempre y cuando aumenten la cantidad porque queda raquítico. A todos nos pareció muy flojo. Buen restaurante. Con muy buen servicio, ágil y profesional. La relación calidad/ precio de sus platos muy buena. Mucha variedad de platos. Tienen menú del día con una oferta muy variada de primeros y segundos platos, a un precio muy normal. La calidad de los alimentos buena y bien cocinado. La decoración muy agradable. El restaurante dispone de dos plantas. Los aseos muy bonitos y limpios. Tienen un horario súper amplio de lunes a sábado. Se puede desayunar, también con una oferta muy variada y rica. Tomar el aperitivo, comer, merendar y cenar. Cierran los domingos. Muy bien situado, al lado de la Plaza de Salamanca, en las traseras del Hospital del Rosario y cerca de los Hospitales Ruber de Juan Bravo de Madrid. Somos clientes desde hace muchísimos años, cuando empezaron en el restaurante de Cea Bermúdez. Hemos seguido frecuentando todos los que tienen, creo que seis en total, y la verdad es que cada uno con su estilo, son todos ellos muy buenos y, lo mejor de todo, es que siguen manteniendo tan buena calidad, servicio, precios ajustados y profesionalidad como al principio. Mientras que sigan así seguiremos frecuentándolos , porque...

Es un restaurante que poco a poco se ha ido haciendo con el barrio. La carta es bastante variada, todo está muy bueno, se nota la calidad del producto y las raciones en general son bastante generosas. A mediodía cuenta con un menú de 2 platos + postre/café por 12,90€. Si sales antes de las 14:10 cobran un poco menos. En las mesas hay siempre aceite (espectacular), vinagre y sal. La cesta de pan muy abundante. Si un plato trae patata asada te dan la opción de cambiar por patatas fritas (todo un detalle). El café muy bueno, cuentan con leche sin lactosa. La tarta de queso me pareció un poco pequeña, pero también aceptable de sabor. Hay muchos camareros y siempre están de un lado para otro, son bastante eficientes y están bien coordinados. Cuenta con dos pisos. Siempre hay gente, pero son agobios. El horario es bastante amplio, ofrece tanto desayunos, como pincho de tortilla a media mañana, comidas (menú y carta) y cenas. Cuentan con un banco en el exterior para los fumadores. Muy recomendable. Por las mañanas he comprobado en muchas ocasiones que la persona que atiende en la barra siempre tiene cara como de enfado, como de pasota como si le molestara el trato con la gente y eso al final es incómodo para quien va a desayunar, sonreír es gratis y creo que debería de cambiar la actitud porque se contagia al cliente. Tras el confinamiento tienen una carta colgada fuera con un teléfono para llamar o para pedir por whatsapp. Lo preparan bastante rápido y el...