Gran Café Gijón — Restaurant in Madrid

Dear Tourists: Do NOT fall for this place's reputation. Resting on its bygone laurels, Café Gijón offers the most over-priced, inattentive and low quality service that Madrid has to offer. This establishment used to be one of the most fashionable places back in the 1950's and up to the late 70's. What remains of that literati flair is only to be seen in the portraits and photos of the 20th century Spanish intelligentsia (who at some point or an other payed the Café passing visit) hanging on the walls.

The place itself is now but a shadow of what it used to be; waiters are rude, there is no menu from which to choose, and an 'Irish coffee' with a meagre vanilla ice-cream scoop in it (no whipped cream on top) will set you back 10 euros (!). You will, usually, find tables not having been wiped clean of unidentified stickiness, and a general feeling of gloom and rancidness to the whole place.

As a native Madrileño myself, I wholeheartedly discourage foreign visitors to go (although someone along the line will almost undoubtedly recommend you to under the ploy of it being 'typical' or 'traditional'). It is neither typical nor traditional, it is overpriced, has bad service, bad quality products (be it food or coffee) and far from being traditional, it is quite simply run down.

Being an avid traveller, I can say without much bias that Madrid has some fo the best restaurants and cafés of any European capital (with some of the greatest prices to match). When you go passed Café Gijón, walk on, you'll never be far from somewhere much better that will make your stay in Madrid all the...

We had a reservation made on their website. Do not even bother to do it. The waiter told me that I could not have a booking cause they do not accept bookings at that time of the day. I showed him the booking on my phone and he kept being rude to me in front of the other clients in the queue. Like I was lying and it wasn’t their business. “Ah.. you booked on the internet.” Hello? Take it off if you don’t use it.

We finally took a table for breakfast, and a second waiter came. He said they did not have a menu for drinks/breakfast so we just had to guess items and he would tell us if yes or no. Be careful with the language you use, you cannot order “tostada con tomate” because tostada for them only means with “pan de molde”. The waiter gave us a lesson about the huge difference between a barrita and a tostada. In a rude way. We are from Spain. I know well what a tostada is. Thanks. But even if we weren’t. We were shocked of the way they talk to people. Funny ending: when we got the recepit, it was written “tostada” instead of barrita and of course, it...

El pasado día cuatro quisimos hacer una pausa en nuestra visita a Madrid en el Café Gijón. Años antes ya había estado en el local y pensé en no volver dado el trato recibido, pero, quise comprobar si solo fue una casualidad, pues no lo fue. Entramos al local y tuvimos que interceptar a un camarero cerca de la edad de jubilación, ya que ninguno se paraba para atendernos. Pedimos no acomodaran en algún lugar y el camarero con sorna nos dijo ‘está todo lleno’ y añadió, ‘es que desde hace treinta años los lunes se hace una tertulia’ como si entrando a consumir en el local fuese la locura más grande del mundo. Nos comentó la opción de ocupar una mesa de la terraza e ignorándonos, se dio la vuelta sin mediar más palabras y continuó a lo suyo. En ese momento deberíamos habernos marchado, pero cruzamos la calle en dirección a la terraza. Esta, no es más que una jaula de plásticos con sillas metálicas frías que algunas de ellas disponen de una colchoneta que no ha visto una lavadora por dentro desde hace al menos varios semestres. La mesa, sucia, las estufas, apagadas y eso en Madrid a cuatro de diciembre en la calle a las ocho y media de la noche. Allí nos atendió otro camarero de la misma quinta que el anterior con bastantes pocas ganas de hacer su trabajo. ¿Qué van a tomar? Ni hola, ni buenas noches. Pedimos un par de cervezas y una infusión ya que visto lo visto, mucho tiempo no íbamos a pasar mucho tiempo allí. Las cervezas eran poco más que una caña y la infusión era eso, un vasito de agua caliente y un sobrecito de tila. Tras unos diez minutos pedimos la cuenta y nos soplan 13,50 euros. 4,90 por caña y 3,70 por dos dedos de agua y un sobrecito que no vale nada. El precio, aparte de ser un atraco por una birria de consumición, como que me da igual, lo que me parece aberrante es ver como unos trabajadores de restauración no tienen ni pizca de profesionalidad por la falta de educación. Por mucha tertulia que haya, lo mínimo es saludar y dar las buenas noches, que en cualquier tasca de bario ya lo hacen. Y al camarero de la terraza, pues no sé si será por el frio o por el hartazgo de haber cumplido muchos años y estar realizando un trabajo que quizás le pese demasiado, pero, en cualquier caso, a esta persona le falta educación y mucho, mucho estilo. Pagamos, entramos de nuevo para hacer uso de un baño que apestaba y hacía horas que no se limpiaba y nos marchamos de un local que me costará volver, pero si lo hago y no me gusta el trato, pediré por el responsable para poner una queja. Muy...