No cabe duda que cuando hablamos de Chicote, hablamos de calidad, buen gusto y de saber hacer en la cocina. Pues bien, Yakitoro es uno de esos lugares propiedad de este gran cocinero, y uno de restaurantes que hay que visitar al menos una vez para deleitarnos con su fabulosa fusión de sabores y oferta gastronómica.
Al sentarnos a la mesa y echar un vistazo a la carta, nos percatamos de que es un concepto de platos pequeños, y de platos a compartir, algo que nos viene gustando ya que de este modo podemos picar un poco de todo y ser más objetivos con nuestras opiniones.
Comenzamos nuestra aventura gastronómica pidiendo las conocidas patatas bravas a la brasa, las croquetas de pollo asado y la ensalada de queso brie en rollo crujiente. Ambos tres platos nos parecieron bárbaros, tanto en presentación como en sabor; la salsa brava suave pero con un sabor a pimentón muy rico, las croquetas increíbles en sabor y en rebozado y respecto a la ensalada, super bueno el aliño de la misma y es mínimo espesor que recubría el rulo de brie y que en conjunto lo convierte en una ensalada a pedir por obligación.
Continuamos nuestra agradable cena, pidiendo unos tacos de bacalao en tempura...quizás lo que menos nos gustó de la carta, no por estar malo ni mucho menos, sino por ser un sabor algo más convencional respecto al resto de cosas que pedimos y por ello llamarnos menos la atención.
Pedimos también un disco de arroz y huevo frito, que nos pareció la mar de curioso, ya que viene a ser como un plato comprimido de arroz a la cubana, pero con una salsa de tomate muy similar a la salsa brava que habíamos probado al comienzo de la cena. Muy bueno!
Como plato final, una entrecostilla de wagyu en pinchitos con salsa chimichurri la cual está bastante buena de sabor.
Y para finalizar, le pusimos la guinda al pastel pidiéndonos un brownie de chocolate y jengibre, y probablemente una de las mejores tartas de queso que he probado jamás (ojo porque sabe a natillas y se asemeja a un sabor entre tarta de queso y creme brulee).
No podíamos concluir esta reseña, sin destacar el excelente trato por parte de los camareros, que en todo momento estuvieron pendientes de la mesa, llegando incluso a cambiarnos los platos y los cubiertos hasta en tres ocasiones; algo fuera de lo normal y que es muy de agradecer. Sobresaliente para ellos y para este lugar en general que volveremos a visitar en cuanto nos sea posible....
Read moreEstupendo restaurante, creación de Alberto Chicote, con un curioso formato de platos en formato de brochetas para compartir, a precios razonables donde poder probar muchos sabores distintos y donde el protagonista principal son las brasas. Es un local amplio, con capacidad para mucha gente, pero aún así es recomendable reservar para asegurar sitio. El espacio de las mesas es amplio y la distancia entre ellas suele ser suficiente para comer cómodamente. Tras la renovación le han dado un pequeño lavado de cara, a mi gusto mejorando la decoración por una más seria y elegante, pero manteniendo mobiliario, vajilla, indumentaria, etc. El personal, como siempre, es agradable, dando recomendaciones de platos y cantidades. El servicio resultó un poco lento en mi última visita, teniendo en cuenta que el restaurante no estaba muy lleno la cena se estiró dos horas y media. La carta se mantiene muy parecida a su versión anterior, con una sección de entrantes, los rámenes, los baos y después su división en huerta, finca y mar, además de los acompañamientos. Como siempre ninguno de los platos que pedí decepcionó, todos están elaborados correctamente y las salsas que acompañan suelen ser muy acertadas. Para mi la estrella sigue siendo el entrecostillar de buey, aunque en esta ocasión llegó un poco duro a mesa. Muy buenas las croquetas que no había probado antes y el secreto a la mostaza. Y el arroz de oriente como siempre el acompañamiento perfecto. Han añadido a la carta por fin la tarta de queso, pero no sé si porque hayan cambiado la receta no es tal como la recordaba. Esta vez la noté con menos sabor a queso de cabra y con un toque de canela por encima que oculta el resto de sabores. Una lástima porque para mi estaba entre las mejores. Como antes conservan su hielera en el centro de la mesa y las cervezas de litro y medio para compartir. Una muy buena opción de restaurante para grupos y para los que quieran probar muchos sabores distintos en una única comida, compartiendo brochetas y disfrutando de platos originales a un precio muy ajustado. Muy recomendable,...
Read moreEs la segunda vez que vengo, ya había estado en el de la calle reina y he de decir que esta segunda experiencia ha sido muchísimo mejor.
Empecemos por lo básico, el concepto de la comida principalmente viene de una función del plato "Yakitori" que son brochetas japonesas con toques europeos (sabores más dulces e ingredientes algo más occidentales), de ahí la fusión de la palabra "Toro" haciendo "Yakitoro".
Empezamos la reseña bien, con un rico juego de palabras que se traduce en COMER COMIDA PINCHADA EN UN PALO. Ojo, no te equivoques, lo que vas a probar aquí es néctar de los dioses.
De hecho ya nada más entrar, alado de las mesas tienen como una especie de caja para guardar tus cosas, yo lo veo así, ahí tiras a la "basura" tus bienes materiales de tu antiguo yo, porque cuando salgas después de comer esto, habrás evolucionado a una nueva raza superior.
Todo está increíblemente bueno, con un toque a la brasa perfecto y una mezcla de sabores increibles.
Para mi platos indispensables son las patatas bravas (no esperes el sabor convencional), el pollo frito Cañi, el pato confitado a la naranja y el tataki de atún. Y de postre rematais con una tarta de queso increíble.
Os juro que estás opciones son BESTIALES, aunque en si cualquier cosa de la carta, es brutal.
Tema atención de los camareros es otro plus, son super profesionales atentos y muy cordiales, 0 pegas.
El precio para ser un restaurante de fama es muy asequible, oscila entre los 20€-30€ dependiendo de cuánta comida estes dispuesto a ingerir, que si por mí fuera sería TODA LA QUE ME PONGAS.
No se, si vivís en Madrid y no habéis ido es como ir a París y no ver el cacho de metal ese gigante en forma de pico extraño. Y si no soys de Madrid ¿A que esperáis para venir a disfrutar de esta maravilla mientras os deleitais de un buen vaso de...
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