Restaurante Oliveira — Restaurant in Santiago de Compostela

Este sábado 27 de Agosto reservamos para cenar dos personas en la zona debajo del Olivo que da nombre al restaurante. Tiene una pequeña plaza con 5 mesas y al sentarnos, no pararon de venirnos sorpresas cada vez más agradables: Albariño en su temperatura ideal, ni caliente ni congelado, frío para beber mientras cenabamos al rubor del calor de verano. Tienen una carta con unos pocos platos, pero, tardamos en decidirnos porque todos nos llamaban la atención. Finalmente fue: una ensalada de burrada, tomate y pesto como primero y dos principales: berenjena y secreto. La sorpresa de encontrarse 3 ingredientes como un plato de primero y 5 segundos después traernos un bol caliente con pan gallego en su interior, terminar y con la magnífica atención de Fran, traernos los segundos que a cada cual estaba mejor: carne en su punto y berenjena con partes crocantes de queso. No paraban de venir sorpresas, hasta nuestra preferida: la tarta de queso. Sin lugar a dudas, la mejor tarta de queso que podéis comer en la zona norte de España. Melosa y es que saben que está muy buena porque la sirven deconstruida. Tantas ganas teníamos de probar el resto de platos que volvimos a comer al día siguiente. Destacar a Fran, el camarero. Su atención, mimo, el falar en galego, su sonrisa y buen humor nos ha enamorado. ¡Imprescindible en zona Norte de España...

Éramos clientes habituales de este restaurante porque la calidad y el sabor de la comida es de 10. Lamentablemente, dejaremos de ir muy a nuestro pesar porque tuvimos una mala experiencia con una reserva que hicimos recientemente. Con 2-3 días de antelación hicimos una reserva para 10 personas para celebrar el cumpleaños de mi madre. Nos dijeron que sin problema pero que llamáramos al día siguiente para decirles los platos que íbamos a querer y así lo hicimos. Llamamos al día siguiente pidiendo algún entrante para compartir y 8 platos para tomar de segundo. Nos dijeron que al ser más de 5 personas no podíamos pedir segundos platos y empezaron a descartar platos que no podíamos pedir (entre ellos el tiradito de atún o la milanesa de croca que son de nuestros favoritos…). No tiene sentido aceptar una reserva para, el día anterior, “prohibir” platos y limitar la cantidad de comida, cuando la reserva la habíamos hecho con antelación y nos dijeron que sin problema. Lo dicho, el restaurante es un 10 pero esta forma de gestionar una reserva supone una gran falta de profesionalidad y hace que perdiésemos la ilusión de volver,...

Comimos allí 3 personas, puesto que hacía mucho que no íbamos y guardábamos un buen recuerdo. Pedimos para compartir 2 de croquetas, 2 de baos, gyozas, tiradito de atún y pollo tandori. Raciones ínfimas para el precio que tienen, pagamos más de 35€ por persona y salimos de allí con un hambre bestial. Pasamos de seguir pidiendo porque cada ración era más pequeña que la anterior y nos parecía una tomadura de pelo. Por cierto, de postre pedimos 2 tartas de queso por hambre y porque la tarta de queso suele ser contundente (malísima, es una especie de sopa que dejamos allí, algo que no especifican y que no se parece ni en sabor ni en textura a una tarta de queso). Al rato de salir de allí nos tuvimos que ir a merendar a otro sitio del hambre que teníamos los 3. Me quedaré con el recuerdo que tenía de hace años, porque actualmente no...