Furō — Restaurant in Las Condes

Furo es un restaurant bar que se ha convertido en un excelente punto de encuentro para quienes buscan un ambiente animado, buena comida y una experiencia agradable. Su rango etario oscila entre los 25 y 40 años, lo que genera un público adulto joven que disfruta de salir a compartir, celebrar o incluso tener una cita en un entorno con energía y buena música.

Uno de los aspectos más destacables de Furo es su ambiente. La decoración y la iluminación están bien logradas, creando un espacio moderno y acogedor. Sin embargo, el local tiende a llenarse bastante, lo que significa que conseguir una mesa puede ser un desafío si se llega en horas punta. Para quienes buscan comodidad, lo ideal es asegurar una mesa en la zona periférica, donde hay más espacio y se puede disfrutar mejor de la experiencia sin sentirse demasiado apretado.

En cuanto a la comida, no solo tiene una presentación atractiva, sino que su sabor está a la altura de las expectativas. Uno de los detalles más interesantes es el picoteo de cortesía que sirven: porotos verdes con especias, una opción innovadora que se aleja de los típicos aperitivos y le da un toque distintivo a la experiencia. Los platos del menú mantienen un buen nivel y combinan opciones clásicas con propuestas más creativas, lo que permite encontrar algo para todos los gustos.

La atención es razonablemente rápida, considerando el alto volumen de público que maneja Furo. Los garzones se esfuerzan por atender a tiempo y con buena disposición, lo que contribuye a que la experiencia sea fluida a pesar de la cantidad de gente. En términos de infraestructura, los baños están bien mantenidos y son de buena calidad, algo que a veces es un punto débil en bares y restaurantes concurridos, pero aquí se nota una preocupación por la limpieza y el orden.

Uno de los grandes atractivos de Furo es la música. Cuentan con un DJ que mantiene una selección de música ambiental de excelente calidad, lo que eleva la experiencia y genera una atmósfera animada sin ser invasiva para quienes desean conversar. Esto lo convierte en el lugar ideal para celebrar cumpleaños sin tener que poner la casa o para llevar a una cita en un entorno con buena vibra.

En cuanto a los estacionamientos, este es un punto a considerar. No hay un estacionamiento propio justo al lado del local, por lo que muchas personas dejan sus autos en Centro Parque o en los edificios de la vecindad. Sin embargo, en la noche varios de estos parkings cierran, lo que puede complicar la salida. En mi caso, tuve que caminar un poco para llegar, lo cual no es un gran problema, pero es algo a tener en cuenta. Si alguien conoce un estacionamiento más cercano y accesible en la noche, sería bueno saberlo.

En definitiva, Furo es una excelente opción para quienes buscan un lugar con buen ambiente, comida sabrosa y un toque de fiesta sin caer en la estridencia de una discoteca. Si se planea asistir en un horario concurrido, lo mejor es llegar temprano o reservar con anticipación para asegurar una mejor ubicación y disfrutar al máximo la...

Decidí darme una vuelta por Furō, un lugar que había escuchado que mezclaba lo mejor de la cocina peruana y oriental. No me imaginaba lo que me esperaba; fue una experiencia culinaria que simplemente tenía que contar.

La Comida Desde el momento en que eché un vistazo al menú, supe que estaba en un lugar especial. Opté por empezar con el Ceviche de Salmón. La frescura del salmón, combinada con el cítrico limón y el crujiente de la cebolla morada, era de otro mundo. Cada bocado era una celebración de sabores que me llevaba en un viaje entre Asia y América del Sur. Pero lo que realmente me dejó marcando ocupado fue el Tiradito de Tofu Estilo Furō. ¡Qué delicia! Los sabores eran suaves pero impactantes, una verdadera muestra de la maestría en la cocina de Fusión.

El Servicio El servicio fue otro nivel. Desde que llegué, me sentí como en casa. Los meseros eran amables y atentos, siempre con una recomendación a punto para asegurar que mi experiencia fuera la mejor. No solo conocían el menú al dedillo, sino que transmitían pasión por lo que Furō ofrece. Me hicieron sentir especial, no solo un cliente más.

El Ambiente Y ni hablar del ambiente... Furō es un espacio que te captura desde que entras. Con una decoración que equilibra lo moderno con toques naturales y una terraza que es un verdadero oasis urbano, fue el lugar perfecto para desconectarme de la rutina y sumergirme en una experiencia única. La música, el diseño, todo estaba pensado para crear una atmósfera relajante...

(1) Llegamos y nos obligaron a sentarnos afuera, con el calor que hacía, porque dizque "iban a estar moviendo sillas dentro del local, y eso podía molestarnos". Estuvimos en el sitio al menos 1 hora y nunca vi que movieran una sola silla. Perfectamente hubiéramos podido comer dentro, con el aire acondicionado. (2) No vi jabón para lavarme las manos en el baño. (3) Le pedí un agua con gas al garzón y nunca la trajo. (4) El risotto de camarones que pedí, según la descripción del menú, era un "cremoso arroz en salsa de camarones acompañado de camarones marinados con especias japonesas y salteado en sake", pero resultó que no sabía ni a camarones, ni a especias japonesas ni a sake; el único "sabor" que le sentí fue de puré de porotos blancos sin sal. (4) Le comenté al garzón y básicamente su respuesta fue insinuarme que yo no sé lo que es un risotto, o que no sé distinguir el sabor del arroz del sabor de los porotos blancos. Y no fui solamente yo: tres personas que estaban conmigo lo probaron y los cuatro coincidimos. (5) Los demás pidieron un tiradito de salmón, un salmón con puré de camote y un lomo saltado con arroz blanco. De estos platos, el único que estuvo quizá un poquito mejor que regular fue el salmón con camote. En resumen, la comida es a lo máximo mediocre y las porciones son pequeñas. La relación precio:valor es mala. Aquí, de...