ManNa — Restaurant in Recoleta

El día 22 de junio de 2024, quise que mi pareja experimentara la cultura gastronómica de Corea, decidiendo -por los buenos comentarios- concurrir a ManNa, pésima decisión. La fila no fue un problema y la distribución de mesas por orden de llegada me parece correcto y funcional, sin embargo, la situación se puso incómoda cuando una mujer adulta junto a otra más joven reclaman por el sector que les tocó (una mesa al final del local) queriendo ser movidas a una de las mesas grandes (donde estaba con mi pareja) lo cual fue incómodo. Hicimos el pedido que por cierto de demoraron MUCHO en pedir nuestra orden. después de 40 minutos de espera, los comensales que habían llegado mucho después que nosotros les sirvieron su comida, y en otra mesa la mesera había cometido un error y le dieron una disculpa y le dieron un plato gratuito. Cuando preguntamos por mi plato, la garzona nos dice que ya estará pronto (pasaron 10 minutos más), y le traen su pedido a mi pareja y a mi algo que no había pedido. Se lo hago saber a la garzona de manera amable, va a la cocina, y me dice que el plato que yo pedí tarda 3 horas en prepararse, que si yo deseo esperar ese tiempo, (ya llevaba más de una hora en el local) le dije que no y que me trajeran otro plato más rápido para comer con mi pareja (finalmente el plato llegó cuando mi pareja había terminado de comer). Al momento del pago no pidieron disculpas y además el pago total incluía la propina (no dejaron el precio sin propina) por lo que tuvimos que pagarla de todas maneras. Si bien la comida no estaba mala, todo lo demás restaron demasiados puntos, mucho tiempo de espera, mala atención de la garzona, no piden disculpas correspondientes y tampoco mejoraron la atención con nosotros. Pésima experiencia para mi pareja que primera vez comía de esta gastronomía, mejor lo hubiera llevado a Hanuri, que es mi local de...

Entiendo que los fines de semana puedan ser más demandantes, pero eso no justifica una espera de horas (una y media afuera con frío en pleno invierno, y cerca de otra hora ya en el comedor), menos aún cuando hay mesas vacías y no se invita ingresar con la premisa de que igualmente hay tiempo de espera adentro. La comida es buena, eso no se discute, pero no sé si alcanza a compensar la experiencia general, sobre todo considerando la falta de empatía frente a la situación. Lamentablemente, leer las respuestas que da el local a las críticas confirma esa percepción de poca empatía: se responsabiliza al cliente por decidir esperar para entrar a comer a su local. Si el lugar es pequeño y la demanda es alta los fines de semana, eso no es culpa de quien va a comer al comedor, sino una situación previsible que debería manejarse mejor, con autocrítica y mejor organización. Lo digo con respeto, pero también con la sinceridad de quien esperó, pagó y salió con la sensación de que el problema no es solo el tiempo de espera, sino cómo lo enfrentan. -Edición: La forma en que responden a las críticas refleja una actitud poco receptiva y descalificadora hacia quienes comparten su experiencia. Lamentablemente, esto no es un caso aislado; basta leer otras reseñas con pocas estrellas para notar que se repite con frecuencia. La experiencia de un local no comienza cuando uno se sienta a la mesa, sino...

Asistí a ManNa junto a mis amistades. Había recibido buenos comentarios, y acertados fueron estos. De partida, la atención fue excelente. Disposición a resolver dudas y dar sugerencias por parte del equipo.

Con una variedad de sabores koreanos, ManNa logra dar justicia a lo que es un buen plato. Personalmente, fue agradable el conocer lo que es la comida coreana puesto que siempre consumo la japonesa. Diferencias que podrían parecer minúsculas, generan una brecha considerable entre una y otra. Es importante no comparar ambos platos puesto a las distintas tradiciones, ejecuciones y sabores que poseen — sería injusto hacerlo.

De entrada pedí un Topoki. Muy buena porción de masa en base de arroz. Sin las verduras y el omuk que le acompañan, no resaltaría la sabrosura. Como plato principal pedí el Mandu Tok Ramen — exquisito caldo, y los fideos fueron abundantes. El Mandu, sin embargo, no fue de mi agrado. Creí sería similar a las gyozas japoneses (¿ven? a eso me refería), pero la cachetada que me dió al probarlo comprobó lo contrario. Supongo que es un tema de gustos.

Iría de nuevo a ManNa, el buen menú que tenían me interesó y podría seguir descubriendo nuevos sabores para este...