Els Tres Porquets — Restaurant in Barcelona

Very nice & attentive service. The menu is an eclecticix of pretty modern dishes with old school classics. For example, I had a starter of horse mackerel served tataki style; definitely an example of some rather cunning knife work arranged over a salsa verde. For mains, I had the classic Catalan dish of tripe & garbanzos stewed with pieces of chorizo. Perfect, both. The wine program, as far as I had, is pretty modern natural wine. Not necessarily my home base from a wine perspective but both examples were clean and without any flaws typical of natural wines. A great mix of people in there. Clearly a neighborhood favorite. I'll probably return before I leave. My server was very nice & attentive, providing great recommendations. Service was super quick. An ideal lunch spot that left nothing else to be desired. Oh, and the espresso injad after was probably the best I've had in...

Nos decepciono mucho sinceramente esperábamos algo más y mejor.

Precios totalmente desorbitados y reacciones extremadamente pequeñas, y muy tacaños con las salsas casi imperceptibles, ni en los mini canelones, ni en el "osobuco" por así llamarlo, había que buscar la salsa y la bechamel con lupa.

El jamón mal cortado en trozos cortos, reseco y demasiado salado, de esos trozos de cuando el jamón está a las últimas, pero cobrarte te cobran lo mismo.

Los canelones, mejor dicho Mini canelones, vienen dos, en las fotos parecen grandes, pero no os dejéis engañar, los canelones son extremadamente pequeños son miniatura, super finos y delgados parecen un tabaco de liar, y eso que no fumo, además de que vienen prácticamente sin bechamel, jamás en mi vida he visto unos canelones tan pequeños tan finos, tan cortos, de un tamaño tan reducido, se respira miseria, te cobran 18€ por dos canelones del tamaño de un cigarrillo, una barbaridades nos dejó atónitos y con una sensación deplorable de que se estaban riendo de nosotros.

El steak tartar ni siquiera te preguntan el punto de picante, por otro lado la ración es muy pequeña y te lo traen con yuca frita, ni tostadas ni nada directamente con yuca que pega mucho con el plato... Lo pregunté y me dijeron qué en ocasiones lo sirven así.

Servicio extremadamente lento e ilógico, muchísima espera entre plato y plato.

Normalmente cuando pides platos fríos combinado con calientes primero te llegan los fríos y luego los calientes, trajeron el pan y el jamón y luego directamente el pulpo, en vez de el steak tartar, el pulpo es un plato caliente y en teoría debería llevar un poco más de elaboración que el steak tartar.

Por lo tanto lo de que cocinan todo el momento y que por eso tardan tanto entre plato y plato ... No sé yo

Le comenté al camarero todas las preguntas dudas y comentarios pero le dió cero importancia, y eso que primero le pregunté sutilmente si es que las cosas siempre las hacían así o había sido una excepción, pero la desidia que sentí fue increíble. Cero interés.

Sinceramente salimos bastante decepcionados, un servicio muy poco acorde con los precios un producto muy poco acorde con los precios y unas elaboraciones que dejan todo por desear, delirios de grandeza en productos y elaboraciones.

Decepción total, no volveremos ni lo...

Lugar inexcusable para los amantes del producto, sin olvidar su excelente carta de vinos naturales.

— actualización: agosto 2025

Sigue siendo un lugar maravilloso aunque me temo hoy puede haber dejado de ser nuestro sitio inexcusable de cada visita a Barcelona, ojalá no.

La comida, la propuesta... todo sigue siendo excelente, pero que dejen de atenderte sin más desde luego no ayuda a mantenerse como lugar favorito. Es verdad que estábamos muy contentos y conversadores, y eso puede cargar, somos conscientes. Y es verdad que hoy es su último día antes de irse de vacaciones y el agotamiento acumulado un día así no es cualquier cosa. Pero es tan fácil como decirlo y no dejarnos de atender durante 26 minutos hasta que hemos pedido la cuenta. Nos dedicamos a esto y sabemos que la respuesta correcta es pedir disculpas si se ha dado esa sensación pero por lo mismo, más allá de algún comentario que no sabemos si se refería a nosotros, cuando te han atendido prácticamente a la perfección hasta que declinas el postre por un licor y a partir de ahí dejas de ser atendido, estando en un lugar de paso, habiendo declarado tu intención de tomar “bajativo”, visto el armario de los whisky’s, viendo cómo atienden el resto de postres y no te preguntan durante veintiséis minutos (esperados a propósito para saber que efectivamente nos estaban evitando y no era un malentendido), sabes que te están invitando a irte. Si además pides la cuenta y no te preguntan ni qué tal, pues te lo confirman.

Un simple, hoy no ponemos copas que nos vamos de vacaciones hubiera bastado. Habríamos comprado la camiseta del restaurante y seguido siendo los embajadores del lugar que hemos sido hasta ahora.

Y no decimos esto con rencor porque el lugar sigue siendo maravilloso, no le van a faltar clientes y lo seguimos recomendando al 100%. Lo decimos para que sepan que no todos los clientes somos estúpidos y nos damos cuenta, no de todo, pero sí de muchas cosas y con pena por haber perdido unos de nuestros templos de Barcelona pero la verdad es que estar en un sitio donde sabes que molestas y además pagar por ello es muy...