La experiencia más desagradable que he vivido en un restaurante, y no exagero. En resumen: un camarero (gafas y coletilla) maleducado, borde, poco profesional y faltón que nos levantó la voz en el restaurante.
Teníamos una reserva a las 22:30. Por política de la página de reservas que utilizamos, se puede llegar hasta 15 minutos más tarde. No era nuestra intención, pero es importante saberlo para poder entender lo que pasó a continuación. Llegamos al restaurante a las 22:44. Resulta que el restaurante estaba lleno y no tenían mesa para nosotras, aunque teníamos reserva. Nos dijeron que teníamos que esperar 5 minutos, que de pronto fueron 20. Es decir, nos sentaron a las 23:05 en la mesa. No dijimos nada al respecto, pese a que, evidentemente (y después confirmado por el camarero maleducado) habían dado nuestra mesa a otras personas.
Antes de las 12 de la noche, empiezan a recoger todas las mesas y a las 12 encienden las luces del restaurante. Cabe recalcar que esto ocurre menos de una hora después de habernos sentado. Nos traen la cuenta sin pedirla. A las 12:09 vienen a decirnos que el restaurante ha cerrado y que tenemos que irnos. Y aquí viene lo bueno. Le comento al camarero que nos han sentado en la mesa hace apenas una hora y que estábamos aún terminándonos el vino. El camarero más maleducado y desagradable con el que me he cruzado nunca decide responder que eso es nuestra culpa por haber llegado tarde. Empieza a alzar el tono de voz, diciendo que si no lo entendemos o es que no lo queremos entender, que la culpa es solo nuestra. Se reía irónicamente ante nuestras réplicas (básicamente, que la tardanza se debía también a los 20 minutos que habíamos estado ahí de pie) y me empezó a llamar “corazón”, lo que me parece una infantilización y falta de respeto. Le pedí en varias ocasiones que dejara de hacerlo, porque seguro que si estuviese hablando con mi padre no le llamaba “corazón”, pero no paró (su excusa es que yo no le decía mi nombre, como si fuera algo imprescindible para la conversación, así que siguió llamándome “corazón” repetidamente). La discusión fue de 20 minutos, incluyendo la intervención del dueño del restaurante. Al final, conseguimos descubrir lo que había pasado (pese a los intentos de engañarnos del borde): Una pareja llegó sobre las 21:30 buscando sitio y no había, así que les dijeron que volvieran a las 22:30 (la hora exacta de nuestra reserva). Llegaron a esa hora y, directamente, les sentaron en nuestra mesa. Por lo tanto, nosotras no teníamos mesa disponible cuando llegamos dentro del horario permitido (por mucho que le pese al camarero borde, es así y así lo admitió el dueño). Esperamos pacientemente a que, según él, levantaran a una mesa para poder sentarnos. Para empezar, es un restaurante con turnos (20:30-20:45 y 22:30-22:45) y, para seguir, si a mí me dices que voy a tener 55 minutos para cenar, no me siento (aunque según el dueño, dónde íbamos a ir sino - en Madrid-). Lo mínimo es avisar de que has dado nuestra mesa a otras personas y que solo vamos a poder disfrutar de esa mesa improvisada durante una hora. Ellos lo plantean como un favor por habernos sentado cuando, en realidad, dieron nuestra mesa a otra pareja y duplicaron el negocio ;) A todo esto, cabe destacar de que ni siquiera nos llamaron para comprobar si no íbamos a acudir (pese a que, repito, aún estábamos dentro del horario permitido). En definitiva, una experiencia decepcionante. El dueño del restaurante dejó que su camarero nos gritara durante un buen rato antes de intervenir y cuando lo hizo, entre disculpas se le escapó que a ver si la próxima vez veníamos más relajadas (qué bien el trato al cliente). Lo bueno es que no habrá próxima vez :) Un...
Read moreOk this place was UNREAL. The service and food and dessert 😭 I don’t even consider myself a huuuuge fan of Italian food normally but this place blew me away!
We ordered the octopus salad (could eat this every week for the rest of my life), the ravioli with shrimp (the owner’s wife’s favourite meal - can totally understand why) and the carbonara (so rich and flavourful). Unfortunately didn’t take pics of the first two dishes - once we started eating we couldn’t stop. And the olive bread to start was so delicious. You can taste that they put a lot of love and care into everything they serve!
Tiramisu had us licking our spoons CLEAN.
Our server and restaurant owner is so personable and shared enthusiastically about how the food is made, where it comes from, and his culture in Napoli. He made my parents laugh and smile 🥹 I saved this restaurant down so I can come again next...
Read moreDavanti Restaurant is a true gem, combining superb cuisine with an elegant ambiance. The interior is beautifully decorated, offering a warm and inviting atmosphere.
The culinary delights here are exceptional. The “Tagliatelle al Tartufo Nero” is a flavor sensation, and the “Nodino di Vitello con Patate” – a tender, juicy veal steak – is simply unforgettable.
What elevates the experience at Davanti is the outstanding service. A special mention to our waiters, Franchesco and Stephano, who were incredibly friendly and attentive, adding a personal touch to our dining experience.
Remember to make a reservation on busy days to secure a spot in this culinary haven.
In summary, Davanti is not just about great food, but also about the people who make the dining experience special. It’s a must-visit for anyone seeking exceptional food...
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