La Pepa de Chamberí — Restaurant in Madrid

Hemos estado esta noche cenando mis amigos y yo. La comida no era para tanto, los precios decentes, y el sitio más pequeño de lo que esperaba. Los postres bien. Atención desagradable por parte de la camarera pelirroja: al llegar, estamos con las bebidas y nos viene a preguntar hasta en 3 ocasiones en un lapso de unos 30 minutos para que pidiéramos de cenar (cosa que podemos llegar a entender, porque hay un límite de 2 horas y media para tener la mesa reservada, pero que no en todos los sitios te pasa que te insistan tanto de esa forma pasivo-agresiva cuando has llegado y te estás tomando algo); a partir de ahí, ya como que empezamos a notarla molesta con nosotros, por gestos; en cuanto que terminamos de cenar, tarda nada y menos en retirarnos todo para que pidamos postre; al minuto de terminar los postres, ya nos está preguntando de forma absurda, y creemos que con claro retintín, ''si queríamos pedir algo más, porque necesitaba la mesa para siguientes reservas'', cuando había varias mesitas al lado vacías, y que además, vi en el reloj que llevábamos 2 horas, no las 2'30h que estipula el sitio; y al final, casualmente o no, nos trae la cuenta el otro camarero para cobrarnos, lo cual casi incluso agradecí, porque no quise ni salir diciéndole el correspondiente ''gracias, buenas noches''. YO, EN ESTE SITIO, NO VUELVO A REPETIR, hay más en...

Brunch extremadamente caro (23 €) para lo que ofrecen. Solamente algo de bollería, no demasiado bien presentada, un yogur con cereal, zumo (que creo que no era natural), el café de rigor - nada del otro mundo - algo de pan y te colocan cuenquito pequeño de tomate para untar a repartir entre varios (éramos 4). La fruta y la mermelada brillan por su ausencia. El plato principal no cumple con las expectativas, el gofre con plátano y chocolate encima súper empalagoso. También hay otro plato que te ponen dos huevos fritos (no sé si era el bocata o la focaccia) con una presentación que deja mucho que desear, como si fuera un plato combinado de cualquier bar de toda la vida. La atención muy poco profesional también, te traen todo por partes, se olvidan de las cosas, etc, parece que no estuvieran interesados en ofrecer este servicio y fuera más que nada un bar de cañas. El cocktail mimosa no estaba mal pero no era nada especial. Fuimos por las buenas reseñas, pero al parecer no son del todo atinadas. Por 25 € hay sitios que ofrecen brunchs infinitamente mejores y donde sobre todo te atienden bien y da gusto...

Muy mal las 2 camareras que me atendieron, relato lo que ocurrió.

Entro con mi hijo en carro, la sala vacía (apenas tenían ocupadas la 3 mesas de fuera) y soy recibido con un "te puedo ayudar con algo?" algo inquisitivo en lugar de amable .. pues venía a comer, pero igual ha pensado que quería hacer uso de su baño o algo así. Le doy 2a oportunidad, pido una mesa para comer y la carta, a lo que me responden que me puedo sentar en cualquiera, pues están libres.. elijo sentarme en la mesa en la que tienen el servicio puesto para no hacerles poner otro, también la mesa más cercana, y me indican que justo esa no, que está reservada y que parece evidente que así es (ningún cártel había).

Les devuelvo la carta, y me voy a comer a otro sitio con mi hijo donde nos traten mejor.

Si fuera el dueño haría por conocer las maneras de sus empleadas, no tienen desperdicio en apenas 2 interactuaciones que tenían que hacer y con la sala vacía un domingo de Pascua (otros sitios llenos). Anda y que os...