Reservamos para cenar, y aunque era un día de diario en Navidades, fue un acierto porque el local no es demasiado grande y estaba lleno. El local es relativamente pequeño, decorado con mucho gusto, obteniéndose un resultado moderno y acogedor. La carta de comida tiene muchas opciones: entrantes/tapas, embutidos, guisos, carnes, pescados, etc. También hay carta de vinos. Nosotros nos centramos en los entrantes. Me gustó que en muchos hay opción de pedir media ración, incluso de tapa. A destacar el personal, muy amable y centrado en lo que quedaba por venir. Aunque cobran el pan y el aperitivo a 1.50€/persona, me gustó el detalle de traer algo con la bebida. En nuestro caso fueron unas alitas con salsa barbacoa. Pedimos: -Croqueta de rabo de toro. Se piden por unidad y nos encantaron. Con mucha presencia de la carne, una bechamel suave y el empanado ligero. -Pincho de tortilla con patatas Lays. Me pareció original verlo en la carta de un restaurante. Lógicamente el pincho queda bastante denso, muy contundente y con un toque salado alto. Pero para compartir al centro me gustó. El punto de la tortilla era poco cuajada. Mollete Paquito de cordero guisado con pimientos asados al Josper. Fue lo mejor de la cena. El mollete lo montan con mantequilla, la carne deshilachada del cordero, un toque ahumado de bacon y los pimientos asados. Mollete de pringá. También rico, con la mezcla de morcillo y jamón. Los molletes vienen partidos en 2, así que resulta fácil para compartir. Oreja a la plancha con salsa brava y limón. Pedimos si podían poner la sala aparte y así lo hicieron. Se agradece. La ración de oreja es abundante y riquísima. Muy tierna, con partes crujientes. Nos quedamos gratamente sorprendidos. Disfrutamos mucho la cena. Todos los platos salieron a buen ritmo, con buena temperatura, bien ejecutados y el servicio fue muy profesional. Nos salió a 19€ por persona. Toda una sorpresa. Volveremos porque aún nos quedan muchos platos por probar, como los huevos rotos con tartar de atún. Tuvieron el detalle de invitarnos a un chupito al final...
Read moreUna pena que el servicio estropease la (en general) buena comida. Había ido dos veces anteriormente. Cenas muy buenas para dos personas, con muy buen producto y calidad y muy bien de precio.
Se lo recomendé a un grupo de amigos (7) y fuimos a comer y desde que llegamos, empezaron los problemas:
Reservamos por Internet y en ningún momento nos dijeron que era en la terraza ni dieron la opción de reservar en sala/terraza. Comer en una terraza a la sombra en Madrid un 15 de enero fue bastante desagradable. Había setas, pero no calentaban lo suficiente.
El relleno de los molletes (que es uno de los platos estrella) llegó frío no, helado.
Pedimos una ración de croquetas de rabo de toro (otro de los platos estrella). Buenísimas. Pedimos otra ración y no quedaban. Un sábado al mediodía.
En general pidiendo entrantes se equivocaron varias veces. Nos trajeron varios platos de otra mesa. Que no pasa nada. Pero cuando dijimos que no era nuestro, el camarero, en bastante mal tono nos dijo que sí lo habíamos pedido.
Las carrilleras (otro de los platos estrella) te los comías más que nada porque era un plato caliente. Pero sólo sabia a pimienta. Ni carne, ni salsa ni vino. Pimienta, pimienta y pimienta.
Dos amigos pidieron lentejas (también por el frío de la terraza). Estaban completamente aguadas y cuando, para empapar un poco, pidieron un plato de arroz, nos dijeron que no les quedaban. En un restaurante en Madrid un sábado al mediodía no tenían arroz. Sorprendente. Cuando ya habían terminado, aparecieron con un plato de arroz y le dijimos que ya no queríamos porque no había lentejas con que acompañarlo. Sorpresa en la cuenta, nos cobraron el arroz.
Al final, ya en el postre, nos pasaron dentro. Cuando pagamos me acerqué al camarero de la barra muy educadamente a decirle todo lo anterior. Su contestación fue que eso a él no se lo dijese, que se lo...
Read moreFATAL!
Tengo que decir que la reserva la tenía a las 15:15 y hemos llegado a las 15:05 por lo que he preguntado si suponía algún problema y me han dicho que no... Los problemas estaban por llegar.
Menú del día pobre y mal diseñado: Espaguetis con queso y Ensalada de tomate y atún de primero y Pollo nosequé (que a las 3 ya no les quedaba) y Bonito con arroz blanco. Cuatro opciones (en realidad 3 por la ausencia del pollo) y túnidos en dos de ellas. Error garrafal en el diseño de un menú del día. Pintaba regular...
Por desgracia la "comida" solo ha venido a confirmar mis temores... Los espaguetis no llegaban a media ración, estaban fríos y la salsa era de queso porque de alguna manera tenían que llamarla. Y media rueda semitransparente de bonito, tapada por un montón de cebolla a medio cocinar (dudo de si era cebolla pochada ya comprada) con arroz blanco de microondas, también con la temperatura justísima, seco y sin ningún tipo de gracia. Lo de tapar el elemento principal con la guarnición es un truco muy viejo para que no veas la realidad de lo que te vas a comer, pero yo no conozco el miedo y la he retirado toda para ser consciente de lo que iba a meterme en la boca.
Ah! Y una vez ya servido el primero nos dicen que enseguida nos traen el pan, pero ante la tardanza (ya habíamos acabado los espaguetis aunque dada la cantidad tampoco es que pasara demasiado tiempo) me ha dado por preguntar y la respuesta que he obtenido ha sido neorrealismo madrileño: es que se nos ha acabado y por eso no se lo hemos traído. Obvio: lo flipante hubiera sido que no tuvieran pan y que nos lo hubieran traído!!! Ojiplático me he quedao... Lo de quedarse sin pan en un restaurante se comenta solo.
El ambiente, naftalinoso... pero dada la cercanía a la calle Génova tampoco me sorprende.
Me ha hecho añorar la comida de...
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