Fuimos a celebrar el día del padre y sin duda ha sido una de las mejores comidas que he tenido hace mucho tiempo. El ambiente es elegante e informal, decorado con mucho gusto: mesas de madera y luz cálida. Hay 3 zonas: la barra, mesas altas y mesas bajas. El personal es muy profesional y agradable. En nuestro caso, que fuimos pronto, nos sirvieron a un ritmo perfecto. Sin prisa pero sin pausa. ¡Gracias Martin! No obstante, antes de llegar estuvimos en la zona de la barra tomando algo, y nos dio la impresión que nos sirvieron menos cantidad de aperitivo que a los que estaban al lado. Supongo que fue un despiste sin más, pero hay que cuidar estos detalles… En cuanto a la comida, la carta es muy variada. Combina platos clásicos con un toque moderno y el resultado es maravilloso. Contenta a todos los paladares. Las raciones pese a lo que pueda parecer en las fotos no son escasas y dan perfectamente para compartir entre varios. En nuestro caso comimos: Gildas de cecina y queso. Muy ricas. La piparra le da un toque picante pero es bastante asumible. Anchoa sobre brioche ahumado. Rico de sabor, buena presentación,… un must. Buñuelos de bacalao. Muy jugosos y el rebozado bien ejecutado. No obstante, no fue nuestro plato favorito (quizá le faltaba algo de sal). La salsa, si te gusta el picante, combina muy bien con el bacalao. Nigiris de atún rojo. ¡Espectaculares! Obligatorio pedirlos. Por su apariencia, nos parecía que la base era un brioche, pero nada más allá. Es la base del nigiri de arroz frita. Encima tiene el tartar de atún rojo perfectamente marinado y coronado con un toque de spicy mayo. Para comerse 1000. Orejitas de cochinillo confitadas. Del nombre del plato esperábamos la oreja tierna, pero todo lo contrario. En el exterior es muy crujiente (no para todos los gustos). Quizá fue el plato que menos nos encajó por esperar otra cosa. De sabor estaba rica. Pulpo a la parrilla sobre puré de patatas. Absolutamente increíble. En las fotos parece pequeño, pero vinieron dos patas de un grosor muy considerable. El punto de cocción era correcto y el sabor a parrilla acompañaba bien al propio pulpo sin enmascararlo. El puré de patatas me encantó, vino con trozos grandes de patatas enteras (entiendo que a propósito). Confort food total. La ración es más que suficiente para 2/3 personas. Durante la comida pedimos una copa de ribera. Nos sirvieron una De Lara O. No la conocíamos este vino y nos encantó. Inicialmente nos sirvieron el final de la botella y vino con muchos posos. Así que pedimos que nos sirvieran otra y no pusieron ningún problema. Nos encantó. Y menos mal porque la copa son 6.50€… Para terminar, pedimos un flan de huevo. La textura nos sorprendió por ser bastante más sólida que otros flanes pero estaba rico de sabor. Y el caramelo perfectamente ejecutado, con un punto tostado muy acertado. Mención especial también al aperitivo, que es una mantequilla ahumada con las chapatas de masa madre. En general, todo riquísimo, bien servido, en un ambiente super agradable. No se puede pedir más. Pagamos 40€ por persona, saliendo super llenos. ¡Muy...
Read moreA hidden gem in Madrid: Ultramarines del Coso is simply unforgettable.
From the very first sip of wine, we knew we were in for something special. The entrance dish was an explosion of flavor, delicious, perfectly balanced, and with that subtle smoky touch that makes you close your eyes and just enjoy the moment.
But the real showstopper was the rice with duck and foie. Absolutely to die for. The texture, the depth of flavor, the way the richness of the foie melted into the rice… every bite was pure comfort and sophistication at once. It’s one of those dishes you keep thinking about long after you’ve left the restaurant.
The ambiance is cozy yet elegant, the kind of place where you instantly feel at ease. The staff were kind, attentive, and clearly proud of what they serve, and with good reason.
If you’re in Madrid and love food that tells a story, this place is a must. We’ll...
Read moreHad a beautiful evening at Ultramarines del Coso. Got a cubby were we sat a bit secluded and could enjoy people watching and each others company.
The bread served was warm and very good. The crispy rice with tuna tartar had the crunch and flavours expected. We did ask the serving size of the squid and was told two pieces, so the three pieces we got was generous but definitely one too many and we were unfortunately unable to finish (I don't like leaving food) In addition to the wine with the meal, I rounded it off with the Oriental Garden cocktail which was great. The habanero pure added just the spiciness needed to elevate the drink....
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