Restaurante Brasayleña Aqua — Restaurant in Valencia

Worst experience in my two weeks traveling through Europe. They have two options one includes dessert/beverage and the other one doesn’t. It’s supposed to be unlimited sides and meats for both. They have a “system” they expect you to follow: they bring sides out first (they all tasted fine) the chicken skewer next, then pork, (cheapest). I asked the waiter to bring picanha (most traditional cut) and he kept saying “it’s coming”. I called the supervisor and he said he couldn’t just bring picanha and picanha (which shouldn’t matter since it’s unlimited meats). It also took so long in between skewers. When they finally brought the picanha it was approximately 8 oz for a table of 10 so it never got to me. We called the supervisor over again and again they came over except this time the piece was nearly raw; he shaved a few pieces off but most of it wasn’t edible. We complained to a different supervisor and they finally brought out a good piece of picanha except it was probably 6 oz so we got about 2 shavings each (not slices, shavings thin). We complained once more and the last piece brought out was burnt and chewy. None of the other cuts I tried were tender or properly cooked. I was angry but still hungry and needed to eat something, anything…but the waiters stopped coming to our table. We kept trying to flag them down and were ignored. We told the supervisor one more time and he “reprimanded” one waiter for not offering, but by this time I had lost my appetite. This is the only Brazilian restaurant I have ever been to where I couldn’t eat what I wanted to eat but rather was expected to eat whatever they served in the order they wanted to serve and cooked however they wanted it cooked. (I normally get my steaks medium or medium rare) The price was €19.95/28 out of which they made no apologies nor comps. The male supervisor was rude, condescending and annoying. We also ordered two pitchers of different types of sangria which had zero alcohol in them. Would definitely not...

Extremely disappointing experience. At first glance, the €18 all-you-can-eat price might seem like a great deal, but don’t be fooled — the quality and service fall far below expectations.

The meat was wildly inconsistent. Some cuts were nearly raw, while others were completely overcooked and dry. They bring the meats around way too fast, not giving you any time to enjoy what you’re eating. It almost feels like a strategy to make you thirsty so you order more drinks — which, of course, cost extra.

The higher-quality meats (like picanha or lamb) were brought out very rarely, if at all. We asked multiple times, but by the time they arrived — if they did — we were already full from lower-quality cuts. It felt like they were deliberately limiting the good stuff.

As for the side dishes — absolutely terrible. Frozen fries, tasteless rice, and stale bread made the whole meal feel like a cheap buffet rather than a proper rodízio experience.

Bottom line: don’t be tempted by the €18 price tag. It’s not worth it. The poor food quality, rushed service, and lack of proper variety completely ruin what should be a special dining experience. Spend a little more elsewhere and actually...

En principio parecía que todo iba bien, nos atendieron y nos sentaron enseguida, chocándome prácticamente con la mesa de al lado pero bueno… no le dimos importancia. Pronto el chico que se encargaba de toda la terraza (no daba para más el pobre) nos explicó los menús y elegimos el que incluye una caipinrinha…. Fabio que es un encanto vino a servirnos carne (el problema es que no teníamos ni bebidas ni platos, gracias a él nos lo trajeron. Fue sirviéndonos carne todo el rato cuando pasaba. Pedimos una segunda bebida y nunca llegó, las caipinrinhas tampoco… no repetimos guarnición de nada porque ya veíamos como estaba el panorama… muchos camareros, que no sabían ni el número de mesa y la culpa no es de ellos sino del “jefe de sala” que en vez de facilitar el servicio lo único que hacía era marearles más. El encargado de la terraza pendiente de acomodar, pedir y cobrar…en fin. Un desastre. No puedes tener a una persona haciendo todo ese trabajo cuando el resto de camareros no saben ni donde van las bebidas. Estaba desbordado de trabajo. Finalmente, ya un poco cabreada le pedí al jefe de sala (bueno, jefe por decir algo porque se estaba paseando de arriba a abajo con una tablet debajo del brazo. Muy mono con su camiseta rosita pero no hacía nada más que dar vueltas y acomodarse el pelo)que si me decía los postres, anotaba los cafés y de paso que me trajeran la cuenta. Le expliqué que nunca me llegaron las caipirinhas y con todo el ritintín del mundo me dice al dejarme la cuenta que no me había cobrado el menú superior por qué no habían llegado las caipirinhas… jajaja faltaría más! ( me hizo gracia porque lo dijo como yo lo dije “ No te he cobrado el otro menú porque no han llegado las caipinrimhas”. Total, que tuve que entrar a que me cobrara el mismo, porque literal que estuvimos 2horas para comer 2 personas y no muy bien la verdad… Y obviamente me esperé a mi cambio. Y como no el chico haciéndome el viejo truco de devolverle en monedas pequeñas 😂 Perdóname Mari Carmen pero con la poca profesionalidad que te caracteriza no te pienso dejar ni un céntimo. Los únicos que se merecían propina eran el chico de la terraza y Fabio que tiene una sonrisa cada vez que se acerca a tu mesa. Una pena porque el concepto mola pero algunos de los trabajadores son pésimos. Cabe decir que mientras estuvimos allí hasta un chico de globo estuvo esperando media hora y finalmente se marchó sin su pedido. En fin, que cambiéis al chico que hace de jefecillo porque no vale un pimiento, forméis un poco a los camareros al menos para que sepas el número de mesa y un aplauso para Fabio y el chico de la terraza porque fue lo único bueno que nos llevamos de...