This place is s gem. It should be way more famous. It’s not a fine dining, no fancy interior design or expensive plates, it’s very simple. But food is a real gastronomic experience: perfectly balanced flavors, creativity and sophisticated presentation. The concept is “modern Colombian cuisine based on local products”. We had sea bass marinated in violets as a starter. It’s a very small dish but it tastes amazing, very complex. As a main dish we had glazed turkey, which is basically DIY kit for 6 tacos, and size is very decent. We also tried their baked pumpkin, which seems to be a star of the menu, and it worth the hype. The menu is small and there is no division between starters and mains. Sope portions are minuscule and some are big enough for two hungry eaters. So I recommend to ask, what is what, and order accordingly. But overall the food is 10 out of 10, one of the best dining experiences in Bogota, and for a...
Read moreLa gente siempre me pregunta: “¿Cuál es el mejor plato que has probado en tu vida?” Es una pregunta que suele tener una respuesta distinta según mi estado de ánimo o el continente en el que me encuentre. Pero últimamente, siempre vuelvo al mismo: Canoita. Un plato servido en un pequeño restaurante, casi escondido, en Bogotá. Lo llaman fusión colombiana indígena, pero eso no le hace justicia. Es más bien una excavación culinaria de sabores que han existido aquí mucho antes de que existieran las fronteras o los menús. ¿El plato? Zapallito cocinado en almíbar de salvia y jengibre. Un zapallito pequeño, cocido lentamente hasta que casi se deshace, bañado en un almíbar de salvia y jengibre que sabe a sabiduría indígena—profundo, equilibrado, elemental. Está relleno de perlas de cebada—sí, perlas, porque llamarlas granos sería perder el punto—cada una absorbiendo la esencia de arándanos secos y frutos secos triturados. Un toque de yogur con curry aparece como una nota sorpresa en un solo de jazz, y justo cuando crees que ya lo entendiste, llegan las supremas de naranja, nítidas y limpias, como un amanecer que corta la niebla. Lo comes despacio. Quieres prolongar el momento. Es alimento en ese sentido antiguo—reconfortante, pero nunca flojo. Es el tipo de comida que te recuerda que aquí vivía gente mucho antes de que llegaras con tu cámara y tu curiosidad. Y comían bien. Muy bien. Amo Leo. Amo El Cielo. Amo El Chato. Pero seamos sinceros—esos lugares han seguido el camino conocido de la alta cocina pulida para el beneficio. Lugares hermosos, claro, pero se siente el negocio en cada bocado. No aquí. No en este lugar. Este restaurante es otra cosa completamente distinta. Es honesto. Recuerda de dónde viene. Sin trucos, sin teatro. Solo un respeto profundo y genuino por los ingredientes, por la tierra y por la gente que estuvo antes. Este lugar no se preocupa por estrellas Michelin ni por portafolios de inversionistas. Elige el alma por encima del espectáculo. Es ese hallazgo raro que te recuerda por qué te enamoraste de la comida en primer lugar. Y lo diré sin rodeos—este es mi restaurante favorito en Bogotá. Sin competencia. Si tienes suerte, conocerás a la chef y dueña. No está escondida en la cocina contando mesas. Está aquí—presente, orgullosa, generosa. Su comida habla fuerte, usando ingredientes indígenas de formas audaces, creativas y absolutamente a otro nivel. Si te gusta la comida—la comida de verdad—este es tu lugar. Si buscas servicio coreografiado, platos colocados al mismo tiempo y meseros uniformados que te entregan microvegetales con pinzas, este no es tu sitio. Pero si quieres probar algo con raíces, algo cocinado con amor por una chef que realmente se preocupa—ven aquí....
Read moreOne of my favorite dining experiences in Colombia and in many creative ways, the world. Chamanico is Very original. Indigenous cuisine. Every dish has a lovely twist that made sence and not for the sake of being different. The place has an earthy casualness about it. Adobe fireplace in the corner... we ate facing an antique wooden spindel view of the festive pedestrian walkway. This unpretentious restaurant purified our hands with floral oils and herbs before we were served clensed our pallet with a magical something??? A lovely thought provoking ritual. Had a full bar, a lit wall of reasonably priced wines. The food!!! The Chef, is an inspiring investigative chef. My favorite dishes of the few we had time to try... the shrimp for its beautiful presentation and the banana leaf wrapped exotic ice cream-like nut encrusted sandwich!!!!!!!!!! Unique and...
Read more