Llevaba mucho tiempo queriendo ir a este restaurante que me había recomendado un chef, pero parece que en todo ese tiempo deben haber cambiado muchas cosas.
La primera en la frente llegó cuando tras haber hecho la reserva en barra, al llegar no había barra, y nos sentaron en una mesa baja uno frente al otro, que no era el formato en el que me hubiera gustado cenar. La barra ya no existe (no hacer caso a las fotos), aunque sigue como opción al reservar con Google.
El ambiente curioso, muy oscuro, tan oscuro que apenas puedes ver lo que estás comiendo, lo que lo hace algo incómodo. La única iluminación es una vela en cada mesa. La música, un poco alta, la podía haber seleccionado mi tía Mari Carmen (Melendi, Estopa, Aitana, cosas poperas españolas de hoy y de siempre, que o no entendí muy bien el concepto, o no pegaban nada con el ambiente del local).
El servicio correcto.
La carta ya cuando la abres llama la atención por su propuesta. O no la acabé de entender y el chef es un genio o no tienen claro su concepto de restaurante. Lo mismo te encontrabas unas croquetas, que unos niguiris que una hamburguesa. Pedimos el bao de langostinos, el Maki de wagiu con foie (que no había y lo sustituimos por el de pez limón), el maki de pato y el taco de secreto. El bao de langostinos estaba bueno, bastante bañado en salsa, pero el problema es que era picante, cosa que no me sienta nada bien, y en la carta no avisaba de este detalle, ni el camarero nos avisó, así que no me lo pude comer. El roll de pato… pues un roll de pato literalmente bañado en salsa hoisin con otra salsa (creo que era mayonesa japonesa, pero no se veía nada por la luz). La salsa hoisin está buena, es muy sabrosa, igual que la mayonesa, así que si bañas cualquier cosa en grandes cantidades de esa salsa va a saber bien, pero no lo hace un buen plato. Me resultó empalagoso y bastante basto. El roll de pez limón… Sin duda lo podría catalogar como el peor roll que me he comido nunca. En la carta no recuerdo como lo define, pero básicamente se trata de un insípido roll de surimi (si, lo de los palitos de cangrejo) con un poco de pez limón por encima y mucha zanahoria rallada. Nos dejamos la mitad, y yo nunca suelo dejar nada en el plato. Y por fin, los tacos de secreto ibérico, lo mejor de todo lo que pedimos (aunque tardaron mucho en salir). Mucha salsa también, pero el sabor era bueno y la textura también. Pero igual que el bao, era picante (no tanto, este si me lo pude comer, a un a riesgo de pasar una noche de perros) y tampoco avisaba en la carta, o a menos si avisaba no lo pude ver con la poca luz que había.
Lo único bueno que puedo decir es que el sitio al menos no era demasiado caro para estar en pleno barrio de Salamanca, 70€ dos personas con agua. No hice fotos porque...
Read moreWhen Japan meets America ("Cuando Japón conoce América"). Con este eslogan se presenta @no.na.me.bar al mundo. Fundado por un grupo de amigos después de vivir algunos años en EEUU y Latam, la gastronomía de NoName Bar se define "como una cocina viajera basada en la japonesa, pero introduciendo toques panamericanos y españoles". Sobre el papel, una propuesta gastronómica que nos encaja a la perfección. ¿Habrá cumplido nuestras expectativas?
Antes casi ni de sentarte te ofrecen el cocktail del día y unos edamame braseados realmente adictivos. El ambiente oscuro (mucho, se nota en las fotos claramente) y la música alta, hacen que no puedas resistir aceptar ese cocktail (11€/🍸). Con la copa ya en la mesa, y dejándonos aconsejar por el camarero, elegimos los siguientes platos:
Pato Pekín roll. Muy "japo-americano" no suena esto de Pekín 😜 El sabor está conseguido. Las piezas son exageradamente grandes, lo cual no hace fácil comerlo. Bao de bogavante 🦞. Muy rico, puede que lo que más nos gustó de toda la cena. Uramaki de atún picante. Nada destacable. Nigiri de foie. Un tanto insípido a pesar del tamaño de la pieza de foie. Una pequeña decepción. Nigiri de picaña. Correcto. Nigiri de vieira. Muy alejada de otras que nos hemos comido últimamente, sin ese regusto final dulce que deja la vieira. Nigiri de carabinero con mantequilla ahumada. La mantequilla se come por completo el sabor del carabinero. 32 € mal invertidos 💸
Además del cocktail del día, acompañamos con agua la comida. Sí, estamos muy sanos últimamente 🤣
Aunque tienen postres, no los quisimos probar. En parte porque estábamos llenos y en parte porque no nos estaba encantando la comida.
PRECIO: 64,15€ por persona. Obviamente el último nigiri hizo que la cuenta ascendiera, pero aún sin contarlo, no creemos que tenga una buena RCP. La competencia en materia de sushi en Madrid es muy alta y se nos ocurren muchos otros restaurantes que visitar antes por este precio.
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Read moreLlegué y procedí a sentarme tras 10 minutos de pie esperando a ser atendida. Me senté y estuve aproximadamente 20 minutos esperando que me atendieran. Aproximadamente 6 camareros de un lado a otro llevando bebidas sueltas y sin organizarse bien, otros 3 camareros en la zona de TPv intentando dar el botón adecuado. Tras al fin conseguir que me atendieran (tuve que haberme ido pero la verdad que la silla es cómoda tras estar 3 horas andando) me atiende y le pido la carta a las 15:50. Me dicen que la cocina cierra a las 16 y que prácticamente no puede traerme la carta porque prácticamente está cerrada, la mire de alguna forma que pudo captar que entendí de que iba la cosa, un turno poco motivado que estando a 10 min de cerrar cocina proceden a cerrarla antes porque ya están cansados de atender. O bien, cocineros que dicen que a menos cuarto o menos diez ya no entreguen cartas porque así se cierra antes cocina y salimos pronto. En fin, captó mi mirada de “Wow, incluso los restaurantes en calles como claudio coello hacen las cosas mal” y fue a una compañera a preguntarle si pueden sacarme algo de comer, la compañera le dice que no, vuelve, y tengo que ser yo la que le recuerda que según los horarios que tienen establecidos la cocina cierra a las 16 y son las 15:53, por lo que puedo pedir algo. Es una putada que te entre una orden a menos 5 o menos 10? Si, pero seamos profesionales joder, que se supone que es un restaurante con buen servicio. Finalmente pude pedir algo pero vaya, mi conclusión es la siguiente: Camareros con pocas ganas (no solo por mi experiencia sino por lo que veo que está pasando a mi alrededor) o bien, cocineros sin ganas y camareros que se rigen a órdenes hacia camareros. O bien, la persona que gestiona esto no está haciendo bien su trabajo y dando motivación y controlando servicio. O bien, todas las respuestas anteriores son válidas. En fin, no...
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