Surrealista es la palabra que mejor define la experiencia que tuvimos en Sinsombrero. Lo de este viernes no nos había pasado jamás en la vida:
Más de una hora esperando a que nos trajeran los entrantes (unas bravas normalitas llenas de pimentón picante y un tartar de serrano de 2ªB que estaba saladísimo, a más de 16€). Pero es que las mesas de al lado estaban igual o peor, cuando pensábamos que unos ya habían terminado y llevaban una hora de sobremesa... ¡resulta que les trajeron los platos principales! En ese momento y visto lo visto estuvimos a punto de marcharnos, porque veíamos que no cenábamos (eran ya las 23:30). Mientras tanto, una señora se dedicaba a repartir pan y más pan cada pocos minutos entre los comensales para que éstos no pasaran hambre. Tremendo.
Más tarde nos trajeron los principales que, si bien no destacaban en sabor, al menos tenían un nivel mayor que el de los entrantes (lo cual no era muy difícil). El tamaño de la ración del codillo muy bien, pero el taco de merluza era minúsculo (dadas las molestias podrían haber puesto dos).
Entretanto, y en medio del caos de camareros que no sabían para dónde iban las comandas, la única que daba algo la cara era la camarera (una simpática chica venezolana, aunque supongo que habrá varias). El jefe de sala debía estar escondido bajo una alfombra.
Al menos acabamos la cena con un mejor sabor de boca ya que, conscientes del absoluto desmadre generalizado del servicio, nos invitaron a los postres que, estos sí, estaban muy bien hechos. Si no hubiera sido por este "descuento" habríamos pagado un precio denunciable por el despropósito al que asistimos.
La zona en la que están es una de las más privilegiadas de Madrid y la competencia es feroz. Por el bien de las personas que allí trabajan y por los dueños, que habrán hecho una gran inversión, les deseo que reviertan la situación lo antes posible (al parecer se había marchado bastante personal de cocina unos días atrás), porque como repitan esto durante un par de semanas más les va a pasar lo que a Lopetegui, que no se van a comer el turrón.
Nota: 1/5 por el detalle de los postres, si no hubiera sido un 0/5 en toda regla (aunque no se pueda poner...
Read moreUN HORROR!
Para empezar al llegar a la reserva que teníamos en la terraza, una camarera (morena y con cara de pocos amigos) SIN MASCARILLA, me dijo de una manera muy borde que ella no tenía nada que ver con la reserva y que preguntara a algún otro compañero.
Cuando conseguimos sentarnos en la mesa reservada pedimos croquetas de entrante, pasada media hora vino el camarero para decirnos que no quedan croquetas y que pidieramos otra cosa (no eran más de las 15:00).
Conseguimos unos tristes entrantes de rabas (poco sabor y poca cantidad a un no despreciable precio de 19 euros).
Pasamos al plato estrella, un arroz con gambones (habíamos pedido el de bogavante pero casualmente después de otra media hora, nos dijeron que no quedaba, al parecer no llega Mercamadrid a Sinsombrero). Un arroz con un sabor amargo, lleno de verduras, pasado, salado y con cuatro langostinos encima, falto de cualquier cualidad que le hiciera querer acercarse a los más de 25 Euros que cuesta por persona.
Nuestros amigos pidieron el lomo, más de 54 euros por cada dos personas. El camarero no se había dado cuenta de que no nos habían traído los arroces y trajo el lomo. Al ver que queríamos comer el plato principal todos juntos se llevo el lomo y pasada la media hora, tiempo dedicado a los arroces, trajo exactamente el mismo lomo recalentado en el microondas de la garita de terraza.
Entre copas y postres nos calcaron 420 euros, más de 70 euros por persona. Ese dinero podría haber sido empleado para comer en cualquier restaurante como el streetXo a no más de 100 metros de allí o alguno con alguna cocina decente.
Una verdadera vergüenza, es mejor que os pidáis unas copas y llevéis unas pipas para tomar en la terraza, el resto no es más que un postureo insano y pretencioso destinado a gente que quiere aparentar...
Read moreRestaurante muy amplio y elegante. La atención y servicio correcto, aunque mejorable. Carta variada, con buena materia prima, pero precios algo elevados en algunos de los platos.
🔸Aperitivo: Hummus de tomate, o al menos eso es lo que nos dijo la camarera, ya que tampoco lo sabía con certeza. La verdad, estaba rico, un buen bocado para abrir el apetito.
🔸 Rabas con Mahonesa de Lima: Sin la mahonesa de lima, sería un plato muy plano. “Tendría en cuenta otros entrantes”.
🔸Coca Pizza de Picanha de Vaca Rubia: Sin duda alguna, este plato es una estafa. Tamaño pequeño, precio muy muy elevado, y ausencia total del ingrediente principal “la picanha”. Tan sólo degustas burrata, que bien es cierto, estaba espectacular, pero para eso me pido una ensalada. “Por tanto, opción no recomendada, la eliminaría de la carta”.
🔹Tomahawk (3 personas): En su punto perfecto, y con la sal justa. Eché en falta la presentación de la pieza antes de echar a las brasas para la aceptación del cliente, pero aún así, buena presencia, calidad y sabor. “Muy recomendado”.
🔺 Tarta de Queso con Helado de Frutos Rojos: Textura perfecta, con gran sabor y presencia del queso. Punto a mejorar, la base de galleta, ya que estaba muy gruesa y dura en la parte del final. Aún así, riquísima. “Un deber pedirla”.
🔻 Torrija de Brioche con Helado de Almendras: Muy compacta y dura, carecía de sabor, y el caramelo demasiado tostado. “Mala elección, valorar otros postres, la Tarta de Zanahoria tenía buena pinta”.
En resumen, corrigiendo algunos platos y ciertos precios, incluso mejorando esos pequeños detalles del servicio, los cuales marcan la diferencia con el resto, sería el sitio perfecto.
Igualmente, muy contento con la experiencia, así que espero...
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