El pasado día 5 de noviembre mi pareja y yo acudimos a la cena temática de Halloween. Al entrar al restaurante quedamos sorprendidos con la decoración y ambientación utilizada, un 10.
Nuestra crítica constructiva tiene que ver con la alimentación. Antes de hacer la reserva investigamos si ofrecían opciones veganas, ya que ambos lo somos. Para nuestra sorpresa vimos en el apartado de FAQ's de la página web que distinguían Vegano/Vegetariano/Ovolacteovegetariano, de tal forma que nos alegramos al tener esa inclusividad. Además, nos pusimos en contacto con el restaurante vía Instagram, para asegurarnos. El día de la cena, al entrar, le comentamos a la persona que nos recibió que nuestra reserva era con menú vegano, por lo que nos pusieron en una mesa específica.
Con los primeros cuatro platos, la camarera nos confirmó que eran veganos. De hecho entre platos la camarera vino a preguntarnos si comíamos queso (nos extrañó) pero sin problema respondimos que no, que éramos veganos. Los platos se notan que están elaborados, aunque no son equilibrados para una dieta vegana, ya que no nos ofrecieron ningún alimento proteico. Además, encontramos que los platos tenían sabores bastantes extremos, pues dos de ellos eran muy cítricos y el último bastante picante.
Pero la gran sorpresa vino con el postre. La camarera nos entregó el mismo plato que al resto de la sala, como una bollo "pantera rosa", que olía a chocolate blanco (producto que contiene leche) . Directamente, le preguntamos si era para nosotros, puesto que nos extrañaba. La camarera comentó que lo había preguntado en cocina y el chef había afirmado, que también era apto para veganos, argumentando que no llevaba huevo. Acto seguido preguntamos si llevaba leche o mantequilla y ella no lo sabía, así que fue a preguntar a cocina. Al rato volvió diciendo que como no lo habían hecho ahí, sino alguien externo que no lo sabían al 100%, pero que no llevaba lactosa y nos ofrecían helado de vainilla. En ese punto fue cuando empezamos a sorprendernos aún más. Le repetimos que no era si llevaba o no lactosa, sino que no consumíamos productos lácteos , ya que éramos Veganos. Nos repitió que el helado de vainilla era sin lactosa. A lo que le respondimos que nosotros no éramos vegetarianos, además de huevo tampoco consumíamos leche (independientemente de si lleva o no lactosa). La camarera fue a cocina para ver que podían hacer. Vimos como la camarera y el chef entraban y salían de cocina entendiendo que algo estaban haciendo, pero no nos lo explicaron. La gente empezaba a marcharse, a pagar, etc. y al rato vino el camarero a comunicarnos que al final si tendríamos postre. Casi 20 minutos más tarde, el camarero con cara de decepción y vergüenza nos entregó un poco de pera cortada, con 2-3 rodajas de melón y naranja, vamos, un plato degustación en toda regla. Nos pidió disculpas y se fue.
Agradecemos el detalle de la fruta, ya que eran las 00:00 y no se podía hacer nada más. Pero lo que es intolerable es que se patrocine por web lo inclusivos que son, pero luego el chef no sepa la diferencia entre una cosa y la otra. Desgraciadamente, tuvieron que dar la cara los dos camareros, que ellos lo hicieron lo mejor posible, pero no es su responsabilidad (aunque si iría bien tener conceptos básicos si un restaurante ofrece X o Y). Lo que nos cayó peor fue que el chef, pese verlo entrando y saliendo de cocina, e incluso estar a nuestro lado en el momento de pagar y escuchar como la camarera seguía dando la cara intentando tener un detalle con nosotros, no nos pidió disculpas ni tuvo el gesto de decir algo...
En definitiva, muy decepcionados por el trato recibido solo en esa cuestión alimenticia, cuando todo iba muy bien, bastante rodado, show y...
Read moreDinámicas de concurso muy divertidas y entretenidas, servicio y comida muy mejorables. Trajeron un plato asegurando a una comensal alérgica que dicho plato no tenía alimentos que le pudieran perjudicar, habiéndolo preguntado al recibirlo,finalmente sí tenía ingredientes que podían suponer un riesgo. La camarera y el encargado tuvieron una actitud poco resolutiva en una situación de malentendido. Al hacer la reserva avisamos que dos personas no comíamos carne y tuvimos menú adaptado, pero una tercera comensal que no comía cerdo no tuvo adaptació puesto que no avisamos con antelación. Al llamar por teléfono antes de ir entendimos que en el mismo restaurante se podían adaptar a modificaciones del menú in situ. Al comentarlo durante la cena la respuesta fue muy poco conciliadora, acusando de no haber dicho nada antes y diciendo que no se podía hacer nada. Finalmente le trajeron más "espaguetis asiáticos" al insistir les que había sido un malentendido y solicitando una solución para que la comensal pudiera continuar cenando. Creo que se podía hacer gestionado de mejor manera. Por otro lado, el encargado tuvo una actitud poco tolerante durante el concurso, haciendo comentarios poco apropiados en alguna ocasión y "riñendo" en exceso a algunos comensales por el uso que se daba a los pulsadores, equvicandose. Es decir, reñía a gente que no había tocado el pulsador o lo había hecho de forma adecuada empleando una forma de dirigirse a los comensales agresiva en incluso desagradable. Creo que su conducta creo tensiones innecesarias en un ambiente que se supone distendido. Pese al servicio y la calidad de la comida yo recomendaría ir a cenar, pero la actitud del encargado nos quitó las ganas de repetir. Es una pena, porque si se cuidara un poco el trato a la gente sería un sitio con un concepto de cena muy divertido para repetir.
En la respuesta que se da a esta reseña se demuestra la misma actitud que recibimos durante la cena. En mi reseña ya he dicho que no avisamos de que una comensal no comía carne, y que durante la llamada entendí que si no eran modificaciones muy problemáticas referidas a alergias o cambios completos de menú no había problema. Es decir, que si surgía alguna situación como la que se dió se podría hacer ALGO. Es evidente que hubo un malentendido que supuso un problema. El encargado afrontó el problema dando como solución un "no hay solución", esta chica se queda sin plato porque no habéis avisado... La actitud fue, como en la respuesta a esta reseña, POCO CONCILIADORA y POCO RESOLUTIVA. La actitud de superioridad y riña a los clientes se repitió durante el concurso. Durante el concurso hubieron muchos momentos divertidos. Cuando el encargado le dijo a comensales de mi reserva que venían de Canarias por contestar con retraso había que reírse, si yo decía que era "Risto", que creo que no es un insulto, se trata de una falta de respeto... Por otro lado, también grité: "Risto, eres exigente pero justo!". ¿Es eso una falta de respeto? En ningún momento faltamos al respeto, ni insultarnos, solo tratamos de entrar en el juego. Pansándonoslo muy bien. Sin embargo, el encargado si generó varios momentos tensos e innecesarios (opinión generalizada en todos los comensales de mi reserva). Las reseñas son opiniones de los clientes y sirven para mejorar. No entender esta como tal y seguir acusando al cliente no sorprende. Es una pena este trato a los clientes. Si en este establecimiento no aceptan las críticas ni intentan mejorar y solucionar, de una forma tolerante, estos fallos no recomiendo visitarles. Y es una verdsd era lástima porque a mi me hubiera encantado repetir de no ser por estos aspectos negativos, que se reafirman con la respuesta...
Read moreFuimos a celebrar un cumpleaños y, como sorpresa final, nos tocó un bono de cena. Lo lógico sería pensar: “¡Qué detalle! Qué ganas de volver y disfrutarlo”. Pero el email para canjearlo nunca llegó.
Quedaban pocos días para que caducara, pero si lo hubiéramos recibido, lo habríamos podido usar sin ningún problema. Antes de que venciera, enviamos un email para avisar que no lo habíamos recibido… y nunca obtuvimos respuesta.
La reserva de ese día la gestionó un amigo que conoce al propietario, Marcelo, y al comentarle el problema nos dio su número (con el logo de la empresa, así que no podíamos saber que era personal). Nada más decirle que teníamos un bono cuyo email nunca llegó, su primera respuesta fue: “No voy a poder hacer mucho”.
Queríamos usarlo el jueves 7 porque venían familiares de visita y, según la propia publicación del restaurante, ese día había show de “Furor Mix”. Sin embargo, cuando hablamos con Marcelo días después, nos dijo que no habría sido posible usar el bono en fecha porque no había show ni el 7 ni el 8. Esto es falso: el 7 sí lo había, y era precisamente el día que queríamos ir (dentro de plazo).
Nos envió un pantallazo de su sistema interno donde aparecían nuestros datos, que teníamos un bono de cumpleaños, la fecha y detalles como las veces que habíamos visitado el local (era nuestra primera vez) diciendo que eso era “la confirmación” de que el email se había enviado. Pero obviamente eso no es un comprobante: el email no llegó, nunca demostró haberlo enviado y aún seguimos esperando que reenvíe el mail original, tal y como nos indicó.
Todo esta situación se podría haber quedado en un simple error humano, informático o malentendido… si el propietario hubiera sido amable y profesional. Pero en lugar de eso, su tono fue altivo, sin empatía y haciéndonos sentir incómodos por explicar lo sucedido.
Comentarios como “el bono es algo que regalamos porque queremos, sin obligación” o “no tengo por qué contestar” no son la respuesta que esperas de un negocio que se preocupa por sus clientes.
También hubiéramos entendido que, de forma amable, se nos dijera que lamentaban lo ocurrido y que, por cuestión de tiempo, no podían resolverlo (aunque no fuera nuestra responsabilidad no recibirlo). Pero lo que no toleramos son las formas maleducadas y altivas. Ante todo, nosotros también estamos al otro lado y jamás se nos ocurriría tratar así a un cliente que se ha dirigido a nosotros de forma educada y respetuosa.
Un regalo debería ser una oportunidad para fidelizar, no para decepcionar.
Lamentablemente, tras este incidente, no podemos recomendar la...
Read more