What a fantastic place to have lunch (if you are a fish lover!). Whether you are concerned with ambiance, service or food the place is top notch. Located in Madrid’s Barrio de Salamanca and very close to Serrano street (one of the moat sophisticated parts of the city) the restaurant belongs to Michelin starred chef Dani Garcia. And it shows. The restaurant is beautiful without being overloaded with decoration. And even the areas that are not in the proximity of a window and well lighted and nice. Service is outstanding. Professional and affable. Our waiter (Nelson) was one of these guys that takes a lunch a couple of notches up. Always with a smile and ready for an any need. And the food. Admittedly we did not taste a lot of stuff but after a Gilda appetizer (olive, anchovie, a green pepper) the tuna carpaccio is taken to a different level when you get three different cuts of tuna and are directed to eat in a particular order. You may like one cut more than another, but as an experience is one to try. Honestly, the cut I like the most was the tuna loin. The ventresca is also nice and I’m sure that on a grill will be outstanding, but for the carpaccio….give me the loin. Then we had the wild rodaballo (turbot) which was exquisite (admittedly in the north of spain you can find rodaballos on the grill that will top this one, but it was really good). With 3 glasses of Albariño, a bottle of water and 2 coffees 170 euros. Not cheap but an amazing location, top notch service, and good food are...
Read moreUpdate: Surprise Surprise, NOT! I sent the email early last week as requested and still haven't heard anything back...
Original: We were extremely unpleasantly surprised. After going to Bibo many times, I was excited to try the other restaurant which we expected would be just as amazing an experience, but unfortunately it was the opposite. I had a guest visiting from abroad and this was the first restaurant I took her to and it was so bad she refused to go to Bibo, and she didn't want to go to any other restaurants for the whole 2 weeks because she was worried they would be the same. The food was unimpressive, can't even say it was mediocre, and we went home feeling completely unsatisfied, not to mention waking up to upset stomach the next morning... really really unpleasant experience, and I caution everyone against going. This is coming from someone who enjoys food at a variety of places from Michelin Star restaurants to food trucks and everything in between, in variety of cuisines all around the world, and I can say that this was without a doubt one of the worst food experiences I can remember... I haven't been to Bibo since either although it's one of my favorite restaurants in Madrid, because every time I think of it, I remember this horrible place and this horrible experience at the sister restaurant, so I end up going...
Read moreLas expectativas eran altas. Esperas ir a comer a un lugar en el que el ambiente, el servicio y la materia prima sean de calidad. Pero cuidado, porque el "Lobito" tiene un parche de pirata.
El ambiente. Agradable en su decoración, predominando un toque "marinero". Pensaba que el local iba a ser más tranquilo de lo que realmente es. Hay música y, aunque no está muy alta, se hace un poco molesta en determinados momentos (dependiendo de lo que suene). ¿Podían bajar el volumen? Posiblemente sí, pero entonces no se oiría porque, como digo, hay bastante jaleo. La zona de restaurante tiene dos niveles. Uno de ellos en una zona ligeramente por encima del resto del restaurante, y la otra bajando unas escaleras que llevan al baño y donde, al fondo, hay otro salón. Aquí podría indicar la primera "pega" del local. Los baños de la zona de restaurante son unisex y escasos para un local de semejante tamaño, y se hace bastante extraño que una de las salidas de la cocina pase directamente por la zona de baños.
El servicio. Los camareros, son amables, serviciales y dispuestos a ayudarte. O eso parece (ahora lo entenderéis). Pero se nota que van estresados, a la carrera. Y si te toca estar (como nos pasó a nosotros) cerca de una salida de cocina, en la zona de paso a la sala y junto al puesto donde preparan los platos, la estancia se puede hacer un poco estresante también por el gran trasiego que hay. Pero bueno, es lo que hay. Mi primer consejo, en base a nuestra experiencia, es que no te fíes al 100% de los camareros. ¿Por qué? Porque te la van a intentar "colar". Me explico.
Como era la primera vez que íbamos al local nos revisamos la carta y nos decidimos por un arroz de pescado y marisco (25€ por persona), pidiendo algo de entrante dado que el arroz parecía que iba a ser contundente. Los entrantes que elegimos fueron el tartar de atún con papas aliñadas (20€) y unas navajas (18€). Preguntamos al camarero que nos tocó (un tal Gabriel) si los entrantes sumados a la comida iban a ser mucha cantidad para dos personas o si debíamos cambiar algo. Ese fue nuestro error: fiarnos del camarero. Gabriel nos propuso hacer una cosa: nos quitaba las navajas y nos las cambiaba por un par de cigalas a la plancha que nos las pondría encima del arroz y "así probáis el marisco que es muy bueno". Pensábamos que habíamos cambiado un entrante de 18€ por unas cigalas que (pensábamos) estarían en torno a los 30-40€. Qué sorpresa nos llevamos cuando nos traen la cuenta y sólo por las cigalas nos cobran 110€, porque las "cigalitas" costaban 240€ el kilo. En la carta, si no te fijas bien, ves que pone que las cigalas cuestan 24€ pero no la pieza, sino que en letra pequeña pone "los 100 gr". Vamos, que el tal Gabriel, nos la había jugado, colándonos un producto de un sobreprecio tremendo frente a una ración de un precio razonable. Recomendaría a la gerencia del local que aconseje a su personal que explique en detalle todo, y que cuando un cliente les pida recomendaciones basadas en un plato concreto, recomienden otros en un rango similar de precios. Y si no es así, que avisen. Así que, en este sentido, CERO al servicio porque está claro que su objetivo es engordar la cuenta a toda costa. Mi recomendación es que os leais bien la carta y preguntéis todo bien antes de pedir nada porque os la pueden colar. La materia prima. Pues aquí he de decir que, en general todo lo que comimos estaba muy rico. El atún del tartar se notaba que era de una altísima calidad. Los pescados que vimos "desfilar" por delante de nosotros y que vimos emplatar por los camareros, tenían un tamaño considerable y aparentemente una calidad alta. Pero he de decir que el arroz de pescado y marisco que nos comimos, de sabor contundente, tenía dos pequeños (o grandes) problemas. Los mejillones no tenían casi sabor. Tampoco nos gustó que el arroz estaba quizás demasiado sabroso, desde nuestro punto de vista motivado principalmente por las escamas de sal que se notaban (y masticaban) entre el arroz. No fue el peor arroz que he comido, pero...
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