Super divino como un algodón de azúcar en el cielo y cuando estás en arrabal te olvidas de todos los sufrimientos y te revive el alma hasta llegar a un paraíso mucho más que Avatar en la vida real este local es la bomba total de aquí sales como si fueras de un reino Comida de primera clase y con estilo y elegancia ningún otro local supera al restaurante Arrabal es lo mas superior ven y verás.
Super divine like cotton candy in the sky and when you are in the suburbs you forget about all the suffering and it revives your soul until you reach a paradise much more than Avatar in real life this place is the total bomb from here you leave as if you were from a kingdom First class food and with style and elegance, no other place surpasses the Arrabal restaurant, it is the most superior, come and see.
Super diví com un cotó de sucre al cel i quan estàs en raval t'oblides de tots els patiments i et reviu l'ànima fins a arribar a un paradís molt més que Avatar a la vida real aquest local és la bomba total d'aquí surts com si fores d'un regne Menjar de primera classe i amb estil i elegància cap altre local supera el restaurant Arrabal és el més superior vine i veuràs.
超級神聖,就像天空中的棉花糖,當你在郊區時,你會忘記所有的痛苦,它會讓你的靈魂甦醒,直到你到達一個比現實生活中的阿凡達還要多的天堂,這個地方是你離開這裡的全面炸彈,彷彿你來自一個王國 一流的食物、風格和優雅,沒有其他地方能超越 Arrabal 餐廳,它是最高級的,快來看看。
He tino atua penei i te miro miro i te rangi ka tae koe ki nga taone nui ka wareware koe ki nga mamae katoa ka ora ano to wairua kia tae ra ano koe ki te pararaiha nui atu i te Avatar i roto i te ao tuuturu ko tenei waahi te poma katoa mai i konei ka wehe koe me te mea no te rangatiratanga koe Kai akomanga tuatahi me te ahua me te huatau, kaore he waahi ke atu i te wharekai Arrabal, ko te mea tino pai rawa atu, haere mai kia kite.
Super akua e like me ka pulupulu candy i ka lewa a i ka wa e noho ana oe i ke kula, poina oe i na eha a pau a ho'ōla ia i kou 'uhane a hiki i ka paradaiso i oi aku mamua o Avatar i ke ola maoli keia wahi ka huina poma mai keia wahi oe e haalele aku ai. no ke aupuni oe ʻO ka meaʻai papa mua a me ke ʻano a me ka nani, ʻaʻohe wahi ʻē aʻe ma mua o ka hale ʻaina Arrabal, ʻo ia ka mea ʻoi loa, e...
Read moreArrabal es la nueva apuesta de los dueños de El Viejo Tito, un clásico de Los Remedios desde 1972. Y la verdad es que es un acierto: han sabido mantener la esencia de buena cocina y servicio cercano, pero en un espacio renovado, con un ambiente moderno y cuidado que invita a disfrutar de la mesa con calma.
La carta es variada, con entrantes que van desde un paté de ave casero —herencia directa del Viejo Tito— hasta platos más actuales como el remojón Arrabal o el tartar de jamón con guacamole. En nuestra visita probamos una selección muy representativa: • Tarrina de paté (con pan crujiente), cremosa y con ese punto clásico que nunca falla. • Alcachofa confitada a la plancha, delicada y con un toque de salmorejo que la realza. • Steak tartar de vaca madurada, cortado a cuchillo, muy sabroso y con el aliño justo. • Tataki de atún rojo rebozado en frutos secos, jugoso y equilibrado con el wakame. • Lomo de bacalao gratinado con alioli de miel, perfectamente hecho, acompañado de verduras al vapor.
De postre, la oferta mantiene un nivel notable: el helado de frambuesa con frutos rojos y la leche frita combinan sencillez y sabor casero. Platos bien presentados, con guiños modernos pero sin perder el toque andaluz.
En cuanto al servicio, se nota la experiencia: atentos, rápidos y con buen trato en todo momento. El ambiente es agradable, con un local luminoso y acogedor, perfecto tanto para comidas familiares como para una cena distendida.
En cuanto a precios, la cuenta (unos 31,5 € por comensal) está en la línea de lo ofrecido: producto de calidad, buena elaboración y un espacio cuidado.
⸻
Valoración final
Arrabal es, sin duda, un soplo de aire fresco en Los Remedios. Mantiene la tradición de una casa mítica como El Viejo Tito, pero actualizada a los tiempos: buena comida, ambiente agradable y un gran servicio. Un sitio al que...
Read moreMi familia y yo fuimos de casualidad por allí, no teníamos reserva hecha, pero aún así nos consiguieron una mesa para 4 personas, así que, por esa parte, un punto positivo para ser un día festivo como el de hoy.
El restaurante era muy bonito por dentro, nos sentaron en una mesa baja y con espacio para nosotros amplio.
En cuanto a la comida, pedimos un tartar de jamón con guacamole y nachos que estaba rico, pero un poco caro para la elaboración en sí. Ese primer plato no tardó mucho en llegar, pero los 3 siguientes se hicieron de rogar al menos 1 hora. Llegó al fin el “rissoto” de boletus y presa, que más que un rissoto era un arroz blanco con especias y poco más. Pedimos una presa, en la que venían 4 trozos muy pequeños, sin sal apenas y 18.50€ por una carne que no parecía la presa que anunciaban… El cuarto plato fue un bacalao dorado que estaba bastante rico, mereció mucho la pena pedirlo, venía contundente y estaba muy sabroso.
Para terminar, los postres estaban muy buenos, una torrija y una tarta de queso con un sabor bastante potente a queso, sin duda de lo mejor.
En general, para el día que era tuvimos suerte de encontrar una mesa en esa zona, pero se hicieron mucho de rogar los camareros y tardamos bastante en comer. La atención que obtuvimos durante la comida fue nefasta, falta de organización...
Read more