LULUMI restaurante — Restaurant in Iñaquito

Lullumí, una decepción en la cafetería

Lullumí es un restaurante ubicado en Quito, Ecuador, que se especializa en cocina panasiática. El restaurante ofrece una variedad de platos, desde entradas hasta postres, todos elaborados con ingredientes frescos y de alta calidad.

La comida en Lulumí es realmente deliciosa. Los platos están bien elaborados y tienen un sabor único. El servicio es amable y atento.

Sin embargo, la cafetería de Lulumí es una decepción. Las opciones son muy limitadas y a un precio muy alto.

En mi caso, fui a Lulumí por recomendación de redes sociales por la sección de cafetería. Al llegar, me decepcioné al ver que las opciones eran muy pocas. Había solo dos tipos de café, una taza de té y una variedad de postres.

En general, Lulumí es un buen restaurante, pero la cafetería es una decepción. Si estás buscando un buen lugar para disfrutar de una comida panasiática, Lulumí es una buena opción, pero si estás buscando un lugar para tomar un café o un postre, hay mejores opciones.

Recomendación:

Si vas a Lulumí, te recomiendo que vayas por la comida y no por la cafetería. Si estás buscando un buen lugar para tomar un café o un postre, hay mejores opciones en Quito.

Sugerencias para mejorar:

Para mejorar la experiencia de los clientes, Lulumí debería ampliar las opciones de su cafetería y...

Para empezar teníamos ganas de ir a un lugar donde acepten mascotas y que tenga algo que hacer mientras comíamos, encontramos este lugar que en las reseñas decía que era un lugar para perros y gatos. Nosotros fuimos con nuestro perrito. Aquí van los detalles: Lo Bueno: la temática, lo colorido y algo la comida, solo es comida koreana y pet shop en el mismo lugar. No se demoran mucho en llevarte el plato..

Lo malo: la atención, apenas llega con tu mascota te quedan viendo como que yaa, te hacen leer las políticas y ni siquiera se interesan por él. Luego entras y te quieren sentar donde no pueda verse un perro con el otro. O sea el restaurante se supone q es para eso. Tienes Como darle agua y comprar comida y listo no hay más. Para que voy a llevar a mi mascota a ese lugar. Luego te encierran porque no hay más seguridad. Afuera parqueas en la calle no hay ni quien cuide y si es q encuentras donde parquear. La comida cara pero no estaba mal es solo koreana ni entiendes por qué lo de mascotas. El postre nada q ver parecía guardado. Hay detalles q lo salvan pero 1 vez es suficiente no volvería. Dejo fotos porque se ve bonito en...

Una experiencia deliciosa y diferente. La comida es muy buena, con porciones grandes y opciones sin picante para quienes lo prefieran. Perfecto para compartir.

El espacio destinado para los gatitos es muy limpio y organizado, con turnos para evitar aglomeraciones. Además, si subes una historia mencionando al restaurante en redes, te exoneran el costo de la estadía con los michis, lo cual es un bonito detalle, considerando que ese valor se destina a su cuidado y mantenimiento del lugar.

En cuanto a la comida, pedimos un omurice, muy abundante, aunque con bastante ketchup en la preparación, lo cual es bueno saberlo si no eres fan del sabor. El huevo podría haber estado más en línea con la versión tradicional. El tofu frito, en cambio, estuvo impecable, bien sazonado y crujiente. La limonada nos pareció un poco pasada de ácido, pero todo se redimió con el postre estrella de la tarde: el bonsái. Una delicia tanto en sabor como en presentación, bien pensado...