Barrutia y El Nueve — Restaurant in Madrid

If you're looking for a dining experience that goes beyond the plate, Barrutia y El Nueve will blow your socks off. The service here isn't just good, it's magical. They whipped up a special soup for me on the fly (and it was a symphony of flavors!), the chef himself graced our table with advice on what to eat (trust him, he's a culinary wizard!), and the friendly staff didn't even bat an eye at my questionable Spanish.

Service is not just polite, it's proactive, warm, and genuinely kind. They go the extra mile (like making special soups!) and make you feel like a cherished guest at a family dinner. Plus, the language barrier is simply another reason to bond over shared smiles and the universal language of good food. The restaurant itself is Cozy, inviting, and full of character. You'll instantly feel relaxed and welcome, ready to savor the experience.

Overall: Barrutia y El Nueve isn't just a restaurant, it's an experience. It's a night to remember, and a testament to the power of good food and even better hospitality. Trust me, this is a 20 out of 10 dining adventure you won't want to miss!

P.S. Don't forget to ask the chef what to eat. He's not just serving food, he's...

¡Comida casera, original y riquísima! Fuimos un jueves a comer y el local estaba lleno. Imprescindible reservar, directamente desde su página web. El local es muy pintoresco, con azulejos y detalles azules, como las sillas o la propia puerta. Tienen varios salones pequeñitos. Estuvimos muy cómodos porque no había excesivo ruido. Según nos sentamos ya teníamos el aperitivo preparado: unas aceitunas aliñadas con hierbas aromáticas y unas patatas fritas. Muy buen detalle. El personal no es excesivamente amable, pero atienden bien y son buenos profesionales. Además el ritmo de los platos fue excelente, sin agobiar trayéndolo todo a la vez o demorándose demasiado. La carta es variada, con todo tipo de platos clásicos: tortillas, ensaladillas, croquetas, carnes, etc. Y no cabe duda cuáles son sus platos estrella: los torreznos, la pasta y los cachopitos. Permite elegir, a mesa completa, menú del día, que incluye: primero, segundo, postre/café, pan y bebida. Entiendo que el precio es la suma del primero y segundo. Nosotros nos decantamos por: Saam de arenque. Un plato original, algo batiburrillo porque no se distinguen los distintos ingredientes, pero de sabor rico y refrescante. Predomina el toque agridulce de los encurtidos. Ensaladilla en capas con vieiras alangostadas. Aquí hubo un malentendido porque preguntamos si se podía pedir media ración, nos dijeron que sí, y cuando vino el plato sospechamos que era la ración completa. Y confirmamos cuando llegó la cuenta que así fue. No obstante, aunque salimos bien llenos, mereció la pena porque este plato es exquisito. La ensaladilla está preparada con puré de patata. Fresquita y bien aliñada, con verduritas, langostinos y porción generosa de vieras. Croquetas de berberechos. Nos pasó una cosa curiosa y es que, aunque estaban calientes, el rebozado no estaba nada crujiente. Y no creo que fuera por la salsa. De sabor estaban ricas, aunque las especias (Ras al Hanout diría) cogieron el protagonismo y se comieron el sabor del resto de ingredientes. Tienen un toque picante muy asequible y rico, pero no creo que repitiera. Tortilla de Lekeitio. Es una tortilla de bacalao fresco, con patata, puerro y pimiento verde. La salsa me pareció salmorejo. Estaba jugosa, pero de sabor me faltó un poco de sal sobre todo en el bacalao. No es demasiado grande, perfecta para repartir entre 3 o 4. Torreznos con puré de boletus y yema tostada. Lo “mejor” quedó para el final y es que este plato fue el que más nos llamó para venir aquí. El puré de boletus con la yema está tremendo. Los torreznos tienen buena proporción de grasa y carne y no están nada duros, aunque la parte final de la piel sí que estaba chiclosa y costaba comerla. Nos quedamos bastante llenos y muy contentos. Quedamos realmente sorprendidos. Los platos no son excesivamente grandes, todos perfectos para compartir al menos entre 3. Salimos a unos 28€ por persona. ¡Muy...

A very exquisite & popular restaurant in Madrid! Held by chef Luis Barrutia (who speaks French, kudos👍), this was a truly unique experience. Tight seating, shared tables, amazing atmosphere of people rumbling, dishes rattling… The chef comes in person to steer you through the menu, with his recommendations based on what you like. We had the el foie iberico with its toast (sublime pâté with raisin toasts), sausage omelette (delicious), tostas de sardinas (sardine toast, fabulous), and the highlight for me : los guisantes (peas with ham and egg yolk mixed on the spot, truly fantastic). We also had the postre doble secreto de la casa (secret signature dessert, cheese, salted caramel, vanilla ice cream….mouth watering). Sangria was nice and they also serve draft beer! Can’t stress enough NOT TO MISS this joint if you’re ever in Madrid. Better book in advance. Worth...