Muy decepcionante, visitamos el lugar inicialmente con el objetivo de probar su brownie. Sin embargo, con la comida previa no llegamos al punto de poder probar el postre.

Teniendo en cuenta su calificación en estrellas, pensamos adicional a probar el brownie, ir a cenar a este lugar. El lugar es sencillo y ofrece algo diferente que es sus paredes donde se encuentran muchos mensajes escritos, algo que es chevere y genera algo diferenciador de un restaurante normal. Sin embargo, su ambiente no es nada especial. El personal es atento, por lo cual dejo 2 estrellas.

Ya observando la carta, ofrecen muchos platos, no se nota una especialidad. Sin embargo, optamos por comida mexicana. Pidiendo un burrito de carne y unos nachos.

En cuanto a los platos una vez llegaron, se genera una imagen no muy positiva, los platos son exagerados en cantidad. En el plato del burrito, al borde de que el mismo no estaba bien envuelto por la cantidad de comida y se desarmaba, si bien este punto que no me gusta, no le di mucha relevancia. Al probar, realmente no fue nada especial, el burrito traía mucha papa (aspecto que no me di cuenta en la carta y no había visto en un burrito) lo cual hizo que casi no tuviera sabor, y en cierta forma poco agradable y en un punto atosigante al punto de tener que dejarlo.

En el segundo plato, nachos para dos. Realmente fue uno de los peores puntos, ya que al ver el plato, fue abrumante, sirven los nachos en un plato sopero, de tal forma que hacen un montón estilo pirámide del plato, que sobresale unos 15 centímetros del borde inferior del plato sopero, un ingrediente sobre otro, el queso en la parte inferior del plato, muchos nachos encima lo que podría decirse la carne, encima más nachos, encima guacamole y encima lo que creería es crema agria de nachos que no se veía muy cremosa, su textura era más como congelada, en este punto al ver el plato, lo primero no genera una buena sensación, muy poco atractivo. Adicional imposible de comer, si sacas un nacho, todo se puede derrumbar y haces un reguero. La única forma de comer esto es de arriba hacia abajo, es decir tendrías que comerte primero la crema agria, después el guacamole, después la carne y con ya podrías intentar comenzar a sacar los nachos. Un plato totalmente incoherente. Imposible de comer. Solo hubo una opción es utilizar el plato donde venia el burrito, para allí comenzar a pasar los ingredientes para poder intentar probar y no haces un reguero en la mesa. Realmente desastroso.

En este punto realmente fue muy molesto e incómodo intentar comer este plato, además que al ver la comida de esta forma, se pasa hasta las ganas de comer. Realmente dan ganas de dejar el plato botado en este lugar e irse, es importante que este restaurante piense que cantidad no es calidad.

Sin embargo, probamos el plato, con sus diferentes ingredientes, los sabores deficientes, la carne creería que era de un enlatado, los nachos con sabor a grasa, que en algún momento ver tanta comida y la calidad de la misma, nos causó malestar general, . Por lo cual, tuvimos que dejar la comida más de la mitad.

Al intentar pasar esto con las bebidas sobre todo con una limonada de cereza, estaba supremamente dulce, solo tomamos un sorbo, imposible tomarse esta bebida con la cantidad de dulce que tenía, era como si tomáramos el dulce o néctar de un frasco de cerezas directamente.

Con todo lo anterior optamos por no pedir el postre que era lo que nos llevaba a este lugar. Realmente una experiencia, muy mala, no recomiendo comer en este lugar. Por lo menos platos diferentes al postre que no pudimos probar y por lo cual no podemos calificarlo, pero que pues realmente no lo haremos al no volver a este restaurante nunca.

Finalizamos con una indigestión terrible solo al ver esa cantidad de comida de mala calidad.